Ya que ha pasado algún tiempo desde su estreno - y me imagino que todas la habrán visto - llegó el momento de hablar del hitazo que fue Maléfica y por qué nos caló tan hondo conocer la versión beta de la historia. Desde niñas se nos contó que ésta era una bruja cruel y despiadada, que hechizó a la hermosa princesa Aurora sólo porque sí. Pero siempre, detrás de todo hecho, hay una razón. Y ahora la conocimos.
Maléfica, en esta nueva narración audiovisual (y en la piel de la guapísima Angelina Jolie) nos entrega sus motivos (y son bastante atendibles). Era ésta un hada de buen corazón que confió en el humano que ganó su amistad y - posteriormente - su corazón, para terminar traicionándola en forma vil. Entonces, defraudada, se transformó en un ser oscuro y déspota, presa del odio y el despecho. (¿Historia conocida?) ¡Más aún cuando se enteró de que el hombre que alguna vez amó se casó y tuvo una hija con otra mujer!
Es así como esta hada, decidida, valiente y herida en lo más hondo, buscó la venganza (¿sigue sonando familiar?). Y lo hizo justamente a través de la pequeña, maldiciéndola cegada por la ira. Para asegurarse de que se cumpliera su predicción, la vigiló obsesivamente hasta llegar a encariñarse con ella. Paradójicamente, fue la misma antagonista quien salvó a Aurora, a través el amor que le tomó a la chica.
Y bueno, ¿por qué amarla? Porque en esta historia - diametralmente distinta en su enfoque a aquella que nos regocijaba cuando niñas - se muestra a una mujer más real en cuanto a sentimientos y emociones. Lejos de pretender ser perfecta, se presenta como un ángel y un demonio, experimentando sentimientos que nos son tan cotidianos como el amor, decepción, miedo, odio, venganza, obsesión, redención y nuevamente, amor. Reconozcamos que en nuestra vida, ninguna de nosotras se ha caracterizado por ser un ángel hecho mujer, cuya rutina consiste en cantar y acariciar a otras criaturas. Todas hemos tenido periodos de luz y estados más oscuros, producto de que somos tremendamente emocionales. Hemos pasado por el modo heroínas y villanas. Y así es Maléfica: infinitamente cercana a la esencia femenina. Por eso, conocerla nos tocó en lo profundo: ¡imposible olvidarla!
Y tú, ¿también llegaste a amarla?
Imagen CC BagoGames