"Mañana tienes que acompañarnos a una reunión" Y resulta que ya tenías un compromiso hecho y no puedes cambiar tus planes ¡Uff!
Una de las peores cosas que nos pueden pasar es ¡que la familia quiera disponer de nuestro tiempo! Lo cual nos coloca de muy mal genio, ya que tampoco es la gracia andar prácticamente escondiéndonos de ellos.
Somos grandes ya, pero no lo notan. Y a veces quieren invadir ese espacio que tanto nos costó ganar. Juran que ¡tenemos todo el día para lo que se les ocurra! Claro, como pasamos rascándonos la guata y haciendo nada. ¡Stop a esa situación! No más, está bien que tengamos nuestros seres queridos y los adoremos con todo el corazón, pero no por eso podemos permitir que nos manejen como títeres.
Amigas, se preguntarán: "¿cómo hacer para que ellos nos entiendan?" Bueno, en el caso de nuestros abuelos o tíos medios complicados nos cuesta más llegar y explicarles las cosas, porque puede pasar que se enojen o se pongan a llorar. Pero más vale ponerse colorada una vez que azul cientos de veces: lo mejor es ir donde ellos directamente y con toda sinceridad ¡decirles lo que pensamos! Quizás les va a caer como ¡patada en la guata! Y van a gritarnos hasta que les dé hipo, pero no importa.
Lo más importante es que nosotras nos libremos de todo lo que nos trastorna y nos impide fluir (aunque sea nuestra familia). Debemos aprender a dejar las cosas muy claras con ellos para evitar problemas a futuro. Claro, podemos ayudarles con algunas compras o encargos siempre y cuando nos dé el tiempo para ello. Pero ¡nosotras establecemos los límites! Que quede claro que si hacemos algo es porque deseamos, no una imposición ni una obligación. ¡Somos autónomas! Al principio les costará entenderlo, no se los niego, pero luego verán cómo todo se irá calmando. Y finalmente, aceptarán que también tenemos ¡nuestros compromisos!
La familia es la familia, donde nos criamos, quienes nos han cuidado y ayudado, pero nunca se olviden de que nosotras también ¡tenemos nuestra vida! O terminaremos yéndonos a un lugar lo más lejos del mundo, ¡donde nadie nos vea y nos dejen tranquilas!
Imagen CC tropical.pete