El difícil sueño de la casa propia

Hace bastante tiempo que sueño con tener mi casa. Un lugar propio, para la familia que con mi pololo e hijo estamos formando. Sin embargo, el proceso se ha hecho más que difícil. Es tarea titánica escoger una vivienda que esté al alcance de nuestro presupuesto, el cual - como todo joven profesional - obviamente no da para una mansión.

El inmueble favorito de mi target es el departamento, de reducidas pero funcionales dimensiones, espacio ideal para quienes están todo el día fuera de casa. El punto es: mi hijo pre-adolescente. Lo cierto es que no quisiera encerrarlo en una estrecha habitación de 2 x 2, si está acostumbrado a una de mayor amplitud. El requisito mínimo que ambiciono es que en su pieza quepan la cama y el velador, condición que muchos de los departamentos ofertados no cumplen. Los loft están claramente descartados.

Una casa sería ¡maravillosa! para nosotros. Sin embargo, el valor de este tipo de inmueble es más alto y están ubicadas, por lo general, en los límites santiaguinos, lejos de nuestros lugares de estudio y trabajo. Por otra parte, los departamentos de mayor metraje tampoco poseen una tarifa muy amigable y para arrendar, prácticamente hay que presentar el testimonio del doctor que te dio la bienvenida al mundo y del cura de tu parroquia, para ver si te confiesas todos los domingos.

Queda el subsidio, pero volvemos al punto de partida. Los inmuebles a los que permite optar están muy retirados o no ofrecen el espacio adecuado para una familia. La situación me genera un poco de desesperanza, porque como ya he comentado previamente, me cuesta esperar por lo que anhelo. Y este sueño es uno de los que más me causa desvelos. Me es difícil ahorrar más si no vislumbro un claro objetivo, un “para qué”; un horizonte (esto se traduce en una casa céntrica, acorde a lo que buscamos y a nuestro alcance). Pero claramente, si no incremento mis ahorros, ¡más difuso será el objetivo!

Debo llevar al menos unos cinco años con esta idea y aún no sé cómo empezarla.

¿Alguna asesoría o sugerencia? ¿Una fórmula mágica - o al menos, viable - que puedan compartirme?

Imagen CC ArmchairBuilder.com