¡Por fin recuperamos el tan ansiado horario veraniego! Sí, porque aunque en primera instancia nos parezca pésimo, ya que en teoría “perdemos” una hora de sueño, lo cierto es que esta nueva forma de acomodar el tiempo ¡es lo más! Primero, porque nos permite aprovechar los beneficios de la luz solar, que nos dará más ánimo y energía para sobrellevar nuestra rutina.
¿Acaso alguien me va a negar que salir del trabajo con luz nos instará a hacer nuevas cosas? Cuando está oscuro, dan ganas de correr a casa a tomar tecito (o el infaltable capuccino vainilla) y cerrar las cortinas. Ahora, en cambio, veremos ¡sol! y seguro querremos disfrutarlo, sacando a pasear a nuestra mascota o juntándonos para compartir el mentado brebaje con las amigas.
El hecho de salir más temprano de casa es una realidad con que cuesta lidiar, y que nos tomará un par de días asimilar. Pero hay algunos tips que pueden hacernos más amigable el proceso. ¿Quieres saber cuáles? ¡Pues toma nota!
1. Generar el hábito de irnos a dormir 10 a 15 minutos antes. Esto nos dará un margen para inducir el sueño e ir adaptando nuestro organismo al cambio.
2. Respetar los horarios de sueño. En las primeras semanas, conviene mantener los horarios aún si se trata de fines de semana o festivos. Así, el cuerpo se acomodará más rápidamente.
3. Exponerse a la luz solar o ambientes luminosos, para así bloquear la secreción de melatonina que se produce en la noche.
4. Si padeces de insomnio crónico, consultar al doctor. Él prescribirá el tratamiento adecuado para que te amoldes más rápidamente al nuevo horario.
Siguiendo estos sencillos tips, verás cómo tu organismo asimilará el horario veraniego muy rápidamente y pronto estarás deleitándote con sus exquisitos beneficios. Recuerda que el periodo de “adaptación” se supera muy rápido y las maravillas de la luz del día nos acompañarán durante meses. ¡Anímate a disfrutarlas!
Imagen CC Silvia Sala