El test de Elisa es una prueba sanguínea, cuya finalidad es detectar si eres o no portador del VIH SIDA. Las personas que tienen una vida sexual activa - y a veces, despreocupada - deberían someterse a este test para estar informados respecto de su condición. Además, aquellas parejas que deseen tener hijos, mujeres al inicio del embarazo o personas que estén próximas a realizarse una intervención quirúrgica importante, deben practicárselo por recomendación médica.
Yo nunca me lo he hecho pero creo que en un momento determinado sí lo haré. Este test es el único medio por el cual es posible enterarse si uno es seropositivo o no.
Como sabemos, el SIDA es una enfermedad potencialmente mortal; no obstante, al estar informada, la persona puede optimizar su calidad de vida.
Los pasos para realizar el examen son los siguientes:
1.Solicitar hora en un consultorio o CESFAM. El profesional puede ser médico, enfermera o matrona.
2.En el lugar te entregarán información y orientación sobre el tema. Además, debes firmar el “consentimiento informado”.
3.Se entrega hora y fecha del examen. No es necesario ir en ayunas.
Recordemos que las formas de prevención son claras: condón, abstinencia o tener una pareja única. De cualquier forma, la protección es crucial, ya que es casi imposible conocer la realidad sexual de las personas con quienes nos acostamos. Por eso, debemos cuidarnos y cuidar al resto. Según la campaña, el único problema es desconocer que se es portador. Cuando una persona es seropositiva, puede ocurrir que pase años sin sospechar del contagio, hasta que la enfermedad se desencadena y poco es lo que se puede hacer. En tanto, quien consulta a tiempo podrá vivir más y mejor.
Todo individuo con diagnóstico de VIH debe avisar a sus parejas sexuales, para que también se sometan al examen y - en caso de estar contagiadas - eviten la propagación. Es importante saber también que la donación de sangre, esperma u órganos está prohibida a quienes son portadores.
Y tú, ¿ya te hiciste el Test de Elisa?
Foto vía CC jacilluch