por Cheka!
Hay momentos en que sentimos que nos ahogamos. Es como si algo nos oprimiera el pecho y estremeciera nuestra fibra. Una energía pulula por liberarse y para eso, nada mejor que la gritoterapia. ¿No sabes qué es ni de qué trata? Toma nota de este paso a paso.
1. En una hoja , escribir cada una de las cosas que desde el centro del alma duelen y clavan como una espina. Aquello que no deja respirar, que asfixia y desespera. Esa energía que nos hunde al inspirar y que clava más fuerte al exhalar. Escribir, separar; no olvidar nada.
2. Buscar un lugar. Uno amplio, sin eco, sin gente, ni casas, ni paredes. Si es en altura, mucho mejor.
3. Ir a ese lugar, ojalá sola o con la mínima compañía. En este último caso, es preciso que esa persona sea de confianza y comprenda tu fin. Si lo necesita, también puede hacer lo suyo.
4. En las alturas, leer tu hoja. Detalladamente, recordando todo por última vez. Acumular cada sensación en el pecho, en los pulmones, hasta que se inflen hasta más no poder...
5. Gritar. Fuerte y profundo, echando todo afuera. Eliminar toda la mierda acumulada, sacando para siempre lo malo del pecho. ¡Hasta que no quede un centímetro cúbico de aire contaminado por malos recuerdos!. Gritar.
6. Respirar 7. Bajar de las alturas.
Escribí... subí.. recordé... acumulé... Grité, grité, grité... Bajé.
La gritoterapia es la mejor experiencia que puedes tener en la vida... Gracias Zach Braff por enseñarme, con tu película Garden State, a estabilizar los momentos 'heavy' de la vida...
Imagen CC Melissa O'Donohue
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