Pequeñas cosas terribles: las citaciones al apoderado

Quiero ser una mamá presente, ya que la educación de mi hijo es primordial para su futuro. Consciente de eso, desde que estaba en sus primeros años de colegio me he preocupado de asistir a sus reuniones. ¡E incluso, las he disfrutado! Me parece una buena instancia para compartir con otras mamás, romper la rutina, informarme sobre sus avances y ¿por qué no?, disfrutar de un rico café acompañado de un trozo de queque.

El problema es que desde el año 1, estas reuniones se desarrollan en horarios muy poco amables con quienes trabajamos. La cita es a las cinco de la tarde, lo que - como ustedes comprenderán - implica solicitar permiso en la oficina, a fin de salir antes y así llegar a tiempo. Lo bueno es que es tan sólo una vez al mes, e incluso - en algunos años - la periodicidad es más espaciada.

Pero ahora, mi hijo atraviesa una edad complicada (la pre-adolescencia)  y - cambio de colegio mediante -, he sido citada ¡muchas veces! durante el mes a hablar con la profe en horarios ¡abominables! (me refiero a las 13 o las 16). Como la frecuencia de estas conversaciones es de aproximadamente una vez por semana, ¡no les cuento lo que me complica pedir autorización  y presentarme! Obviamente, esto atrasa la rutina laboral y por mejor disposición que tengan en la oficina, tal periodicidad es como “¡Ya poh, corta el escándalo!”. Por lo mismo, me he autocensurado de exponer cada una de estas instancias, optando por turnarme con mi pololo para así poder cumplir.

Creo que todo padre ¡se interesa sobremanera! en lo que acontezca con su hijo. Pero, queridas profesoras: ¿no podría ser más temprano, antes de que comience la jornada? O al menos, ¿juntar todas las quejas y felicitaciones en una sola reunión mensual? Así, las madres trabajadoras agradeceríamos la deferencia con nuestra fuente laboral, cuyos frutos también son importantes para el futuro de los pupilos.  Se los pido con cariño, aprovechando de desearles un ¡muy feliz día!, tremendamente agradecida por la hermosa - y sacrificada - labor que ejecutan.

Ustedes, amigas: ¿han tenido algún problema con los horarios escolares?

Imagen CC Temari 09