Un día salí sola con una amiga y conocimos a un grupo de personas muy simpáticas. Pasando las horas tocamos varios temas, hasta llegar al de las relaciones y por qué cuesta tanto volver a enamorarse. Todos coincidimos en que a veces hay amores que no nos dejan avanzar como quisiéramos y sin darnos cuenta, nos estancamos. Por eso, ordenamos un poco nuestras ideas y clasificamos a esos cuatro amores por los que tod@s pasamos y que “pueden” tener responsabilidad de nuestro rechazo ante eventuales nuevos amores.
Se los presento acá:
1.El primer amor: ¿Quién no lo recuerda de vez en vez? Es que las primeras veces en la vida de una persona son inolvidables en su mayoría y bajo eso no hay discusión que valga. Igual en este caso podemos encontrar dos tipos -el primer niño que nos gustó alocadamente cuando pequeñas o la primera vez que sentimos algo fuerte, especial y correspondido-. Esa vez en que nos atrevimos a decir “te amo”.
El primer amor enseña muchas cosas y saca de nosotros aspectos que ni sabíamos que existían. Es algo hermoso, arriesgado y a la vez inolvidable. Algunas personas lo llevan en su corazón hasta el último día de su existencia. Sin embargo, esta persona nos da quizás el conocimiento más importante: la valoración hacia las personas. A pesar de que quizás no dure, siempre se puede sacar una hermosa experiencia de esa relación. Mi primer amor fue, es y siempre será el recuerdo más bonito vivido y disfrutado, y lo que más me hace atesorar ese sentimiento, es que para él es igual.
Con mi primer amor hoy somos amigos, hablamos de vez en cuando y nos encanta, pero ya está. Creo que el siempre será mi recuerdo más bonito, porque fue una relación sincera del todo, sin daños ni resentimientos.
2.El que se “escapó”: Acá entramos en el terreno de esas relaciones en que para uno u otro el sentimiento no es tan intenso como dice que es. A veces tenemos la suerte de encontrar a esa persona que nos entiende, que parece ser el partner que andábamos buscando; sin embargo, ya todas sabemos que cuando algo termina es porque quizás no estaba destinado a ser. Por otro lado también está la valentía de aceptarlo y decidir dejar atrás una relación que en algún minuto fue significativa. Creo que todas hemos sufrido un abandono y también fuimos quienes “dejaron”, ya sea por otra persona, inmadurez o whatever. Este “amor” te enseña a que no hay que crear montajes en nuestras cabezas y seguir adelante, dejando el pasado atrás.
3.Ese amor con el que nunca hubo promesas, no tenían nada serio pero definitivamente no era algo aburrido: Este tipo de amor creo es el que más veces pasa por nuestras vidas. Todas hemos tenido este tipo de relaciones. Recuerdo que mi última fue con alguien que desde el primer momento me llamo la atención. Cuando finalmente empezamos a salir, lo pasábamos excelente. Me gustaba esa relación porque no era monótona y no habían reglas de por medio. Nos hablábamos cuando queríamos (casi siempre) y nos veíamos en sitios muy agradables, en su casa o en la mía. A veces es bueno tomar estas relaciones sin ataduras, se pasa excelente y sacas muy buenas experiencias. Eso sí, la mayoría de las veces no te terminas convirtiendo en “polola” así es que hay que tener claros los límites para no quedarse pegada.
4.Y por último, “amor prohibido”: a lo Romeo&Julieta, androide y humano, hombre casado, gay o etc. Sea cual fuere tu amor prohibido, de seguro te dejo marcando ocupado. No lo tuviste por respeto a los límites o porque simplemente, nunca te miró como tú a él. Ahora me dirán, ¿y qué se aprende de esto aparte de la frustración? La verdad, ¡no tengo idea!, pero supongo que debemos pasar por esto para entender que no siempre se tiene lo que se quiere.
En conclusión nenas lindas, hay que dejar el pasado atrás. Eso se consigue con tranquilidad y paciencia. No construyamos murallas de cemento al conocer a alguien: lo único que lograremos con eso es espantar a la gente (de eso sí que sé). Tengan presente la enseñanza y anímense a conocer gente nueva, dando oportunidades cuando estimen conveniente. No miren la soltería como algo malo, aunque la sociedad sí lo haga. Esperen y please, no comparen a todo el mundo con sus antiguas relaciones. Son añejas, no vale la pena hacer un paralelo entre alguien que ya no está en tu vida con quien desea entrar en ella.
Ahora, la respuesta del millón está en ustedes: ¿quieren realmente volver a enamorarse o prefieren perseguir fantasmas del pasado?
Imagen CC ileohildalgo