Si ya quedar fuera de la casa es algo horrible, existe algo peor: quedarse encerrada en un baño.
Admito que soy algo complicada con el tema seguridad; las películas de terror, los sismos y accidentes —además de mi amplia imaginación—, me mantienen con la constante idea de que soy propensa a que me pasen cosas que a los demás no les ocurren (o no con tanta frecuencia). Por ello, siempre tengo precaución respecto a los seguros de las puertas de los autos, los asientos que puedan estar sueltos o los pestillos flojos.
Más allá de toda precaución que podamos tener, quedarse encerrada en el baño es lo peor que te puede pasar, sobre todo si estás sola y en el trabajo. Y sí, eso me paso a mí. Aun no eran las 9 de la mañana, corrí por la escala, arrojé mi cartera en el sillón y presionada por la “urgencia” cerré la puerta sin cuidado. Todo iba bien hasta el momento de salir: la chapa de la puerta se rodó, y no sólo eso, se salió de la base y no hubo forma de hacer girar el pestillo. Nerviosa empecé a patear la puerta —claro que eso no ayudó en lo más mínimo para abrir, pero me saqué algunas tensiones—, y al ver que nada pasaba, tuve que calmarme. Busqué por todos lados algo para hacer palanca o por ultimo sacar los tornillos de las bisagras, pero sólo éramos el lavamanos, el WC y yo.
Por momentos me dije: tranquila, ya llegara alguien. “siéntate” y respira. Pero nadie más tiene llave de la oficina. Serían horas hasta que mi jefe apareciera. Recordé cada película de escape, las de MacGyver, CSI o Misión Imposible, hasta que toqué mi oreja y encontré la salvación. Me saqué el aro e hice fórceps hasta que logré abrir. ¡Qué aliviada me sentía!. Ahora tendría que ponerme a trabajar, pero eso es mil veces mejor a estar encerrada en un baño.
Las lecciones: 1-Nunca entres al baño sin tu teléfono. 2- Esconde algo que te ayude a abrir. 3 - No patees la puerta como una loca.
Espero que tengas mejor suerte que yo. ¿Ya te ha pasado?
Imagen CC JessSuarez