Si hoy has evitado con especial cautela pasar bajo una escalera, romper un espejo o cruzarte en el camino de un gato negro, es porque sabes perfectamente qué día marca el calendario. Así es, porque hoy se dio la -para muchas fatal - coincidencia de que sea martes y ¡oh! 13.
Pero, ¿de dónde proviene esa creencia popular que reza que en días como éste no debes casarte ni embarcarte, porque te azotará la mala suerte? Pues bien, según la tradición vikinga, el invitado número 13 de una fiesta de dioses en Asgard era Loki (sí, el mismo villano de Thor y The Avengers, ja) espíritu del mal y dios timador.
Pero esta cultura no es la única en señalar el decimotercer número como de mal presagio, ya que el cristianismo indica que en la Última Cena de Jesucristo, el 13° lugar lo ocupaba Judas Iscariote, quien luego lo traicionaría. Por tales razones - sumado a que en el tarot el decimotercer naipe es la muerte - existen edificios que incluso obvian este número, pasando del 12 al 14.
Sabido esto, te preguntarás ¿qué culpa tiene el martes, entonces? Pues bien, si no lo has notado, los primeros seis días de la semana están dedicados a un planeta o dios romano (Lunes - Luna; martes - Marte; miércoles - Mercurio; jueves - Júpiter; viernes - Venus y sábado - Saturno), por lo que días como hoy aluden justamente al temido dios de la guerra, la sangre y la violencia.
Sea que creas o no que éste es un día marcado por la fatalidad, te cuento que en mi experiencia los días “13” no me han traído pesares; al contrario: he tenido algunos positivamente memorables. ¿Por qué será? Intuyo la respuesta: actitud. La vida es lo que queramos hacer de ella y atraemos hacia la nuestra aquello que ansiamos, dependiendo de la sintonía en que estemos. Por eso, ¡saca a relucir tu mejor energía para que tengas un martes 13 fantástico!
Y tú, ¿crees en las supersticiones?
Imagen CC Alessandro Bonvini