No soy una experta en relaciones, pero ya cuando llevas algunos años en la tuya y todo funciona más bien que mal (porque ninguna historia es perfecta, y eso lo tenemos clarísimo) al menos, algo puedes decir respecto a cómo conquistar al mismo hombre todos los días.
Siempre me ha gustado la comparación del amor con una planta; es una metáfora bastante acertada, que se corresponde con el sentimiento. Así que pensemos en tu relación como una flor y establezcamos los cuidados básicos que debes prodigarle para mantenerla siempre viva.
1. Regarla. Ese pequeño esfuerzo de darle agua a tu planta, la ayudará a subsistir para entregarte frutos luego. No esperes que tu pareja haga todo por ti, también pon de tu parte (emocional, sexual e intelecualmente). Tampoco se trata de que hagas todo tú, pero si te esfuerzas en dar lo mejor, te responderán con el doble de amor (y si no es así, mándalo a la mierda).
2. Exponerla al sol todos los días. Fundamentalmente, el sol es la energía vital de tu planta.Si eres tacaña o estrecha de corazón (como diría Jorge González) y no entregas cariño, probablemente tu relación se irá de pique.
Sé cariñosa siempre; pide las cosas con delicadeza y verás que tu vida mejora. Es un principio básico: si das amor, también lo recibes; trata a tu pareja como te gustaría ser tratada.
¡Ojo! este punto tampoco se refiere a que estén hablándose como bebés ni estúpidos, sólo significa que seas detallista.
3. Hablarle. Conversa con tu planta, sobre lo que piensas y sientes.Sinceramente, considero éste como uno de los puntos más importantes. La comunicación es la base de cualquier tipo de relación. No me refiero a decir todo lo que piensas sin filtro, casi como una bomba de sinceridad, sino a que le presentes tus inquietudes, dándole espacio para que lo haga también.
Si algo te molesta o ves que algún aspecto no está bien, es mejor que se lo plantees a tu amorcito en vez de callar y dejar que todo pase. Conversa, incluso sobre tus secretos más íntimos, aquellos de los que normalmente te avergüenza conversar.
4. Cambiarla de macetero. Una relación necesita de innovación; de lo contrario se convierte en una rutina.
Intenta sorprender a tu pareja, no hagas siempre lo mismo y, peor aún, no dejes que lo "bonito" entre ustedes se transforme en monotonía. Claro que si esa persona no pone de su parte, tampoco la idea es que hagas todo tú.
5. No quitarle ninguna de sus hojitas. Esto se refiere a que no dañes a tu amado. Las ofensas, peleas y malos tratos son lo peor en una relación. Existen muchas parejas acostumbradas a tratarse mal y luego reconciliarse como si nada hubiese ocurrido. A lo largo de la relación, este hábito será nefasto, ya que perderán el respeto y la comprensión.
Aquellas que suelen "sacar en cara" todos los defectos de su pareja - además de ofenderlo - deben detenerse ahora. La relación de pareja es para estar bien, disfrutar y crecer; si le quitas hojas a tu planta, probablemente en algún momento ya no tendrá. Estará muerta y todo lo bueno será cosa del pasado.
Si es tu caso, aún puedes disculparte y cambiar tu actitud. De lo contrario, es mejor que busques otra planta, lo cual sin duda es doloroso, pero será mejor a que quede sólo un tallo apoyado en la maceta.
Y bien, ¿te animas a hacer que tu relación perdure en el tiempo?
Imagen CC Anees Prince