Facebook sin lugar a dudas revolucionó las comunicaciones en el siglo XXI. Todas tenemos una cuenta en esta plataforma, que nos permite conectar hasta con compañeros de preescolar si así lo deseamos. Muchas lo utilizamos como herramienta de trabajo; otras, para promover sus “matutes”, estar al día de lo que acontece en la U, acceder a ofertas exclusivas o utilizar lúdicas aplicaciones, tales como Candy Crush. Otras cuantas lo usan para mostrar al mundo cuán fantástica o miserable es su vida, como una especie de “microfarándula”. En definitiva, esta red social da para todo.
El problema es que si es tan beneficiosa para nuestros círculos de amistades y contactos académicos o laborales, no siempre lo es para el amor. Claro, no faltará quien diga que encontró en sus azules páginas a su media naranja (porque casos ¡hay!), pero las estadísticas dan cuenta de que una de cada cinco parejas se separa por culpa de Facebook. ¿Se preguntan por qué? Aquí les contamos las principales razones:
1. Imágenes: Son controvertidas por diversos motivos. La captura de un carrete desenfrenado puede no agradar en demasía a un novio celoso. Los likes a atractivos terceros por parte de un miembro de la pareja tampoco suelen ser algo aceptable; así como las comprometedoras fotos de tu amado con otra persona (abrazos demasiado cariñosos o en lugares románticos, por poner ejemplos).
Otro apartado de este punto es que el susodicho no disponga en su biografía de absolutamente ninguna imagen de la pareja, pero sí de solitarias y poseras fotos propias (o con otras). Algunos pueden esgrimir argumentos tan válidos como ser en extremo celosos de su privacidad; pero ¡vamos!, un guiño de vez en cuando no viene nada mal.
2. La lista de amigos: No son pocas las chicas que se engrifan cada vez que un nuevo contacto aparece para engrosar este listado. Aquí se da pie a un extenuante cuestionario: ¿quién es?, ¿de dónde la conoces? y ¿por qué no había escuchado antes de ella? son parte del compendio de preguntas, formuladas desde amorosos tonos que intentan parecer casuales hasta exaltados y acusadores interrogatorios, que ya se quisiera el mejor de los fiscales.
3. Likes a páginas, incorporación a grupos o asistencia a eventos: Obviamente, que a tu pareja le guste “PlayStation” no tendría que significar un drama, así como tampoco que adhiera al grupo “Contra la caza de ballenas blancas” o indique que irá a la “Marcha porque aparezca el unicornio azul”. Pero cuando los nombres de estos grupos, páginas o eventos son demasiado sugestivos o poco claros (“Swing”, de swing jazz, suena parecido a “swinger”), también puede suscitarse una dantesca discusión.
En relación al punto anterior, lo mismo corre para juegos con ciertas aplicaciones, como “Mi amante del día”, "Tu pareja perfecta" o “Con quién de tu muro vas a casarte”. ¡Pelea segura!
4. Actualización de estado: Las quejas “al viento” (que no se dirigen a nadie en particular); versos de poesías, estribillos de canciones o citas de libros, pueden generar algún conflicto con la pareja si revisten misterio. Se preguntará por qué escribiste eso y qué quisiste decir realmente. Puede que te fascine “Elastic Heart”, de Sia y postees parte de la letra (“I’ve got a thick skin and an elastic heart, but your blade it might be to sharp”); mensaje del cual él se sentirá destinatario, cuestionándose de si hizo algo malo.
Lo mismo corre para los estados “nominativos” o “indirectos bien directos” en los cuales le reclamas por algo que te pareció mal y ventilas tu relación ante tus 500 contactos. ¡Eso no se hace!
5. Situación sentimental: ¡Una de los más clásicos motivos de pelea entre parejas! Cuando no hay consenso entre si están “comprometidos” o “en una relación”, poner lo primero puede sonar excesivamente formal y lo segundo, demasiado “light”. Los conflictos y discusiones vendrán por una u otra opción, salvo que hayan conversado previamente qué carácter dar a su historia. Ahora, si uno de los dos no actualiza que inició un romance, ¡arderá Troya e irán a buscarlo los cuatro jinetes del Apocalipsis!.
6. Escribir en otros muros, pero nunca en el de la pareja: ¡Que Dios te pille confesada si incurres en esto! Es probable que no lo hagas porque siempre conversan por otras vías (chat, Whatsapp, correo, teléfono o en persona) y de forma más privada, mientras que la única manera en que te comunicas con tu contacto es a través de Facebook. Aún con todo lo razonable que esto suena, si tu hombre llega a percibir que ignoras su muro para centrar tu atención en otro, el conflicto está ¡garantizado! (especialmente si las víctimas de tal afrenta somos ¡nosotras!, a quienes la naturaleza dotó de una imaginación mucho más poderosa).
Y tú, ¿de qué otras formas crees que Facebook origina problemas? ¿Has experimentado alguno? ¿Cómo lo resolviste?
Imagen CC mkhmarketing