El mundo femenino es muy complicado. Los hombres siempre se ríen de esto, pero debemos reconocer que tienen razón. Muchas veces las mujeres estamos envueltas en falsas amistades por distintos motivos y es ahí donde todas hemos conocido a las arpías, un tipo de mujer que es mejor perderla que encontrarla.
He pasado varios malos ratos y unas cuantas desilusiones con chicas que pensé que eran mis amigas, pero sólo eran unas arpías. Por eso, te daré tips para que estés preparadas y puedas reconocer fácilmente a alguien así, evitando peleas, cahuines y malos entendidos:
1. Cuando alguien a quien conoces hace muy poco empieza de la nada a decirte amiga, que te quiere mucho y lo importante que eres para ella, ten ojo: lo más seguro es que quiera ganar tu confianza porque trama algo. Las amistades se construyen con el tiempo, pasando cosas juntas y apoyándose mutuamente, no con alguien con quien llevas un mes trabajando y apenas han conversado a la hora de almuerzo.
2. Una cosa que me hace reconocer de inmediato a una arpía es ver que sonríe burlonamente cuando le hablas. Se nota que no te presta mucha atención, pero cómo quiere manipularte a ti y al entorno, hace creer al resto que está muy interesada en lo que pasa al no dejar de sonreír. No es lo mismo que una sonrisa natural; la burlona se nota y mucho.
3. Otra forma de darte cuenta fácilmente que alguien es una arpía es darte cuenta que se dedica a pelar a diestra y siniestra a otras personas. Lo peor que puedes hacer es enganchar en esto, ya que al par de días la vas a ver con la amiga de la que hablaba felices y riendo. Lo más seguro es que el tema ahí seas tú. Mientras más escuches a una arpía, más motivos tendrá para descuerarte con el resto.
4. Algo típico de una arpía es que diga un comentario pesado disfrazado. Por ejemplo, si ayer comías sushi - y te encanta -, ella lo recuerda hoy y te dice: “no hay nada asqueroso que la comida japonesa”. No va directamente hacia ti, ya que hoy no comes, pero sabes que es con una doble intención. Las arpías buscan qué te puede debilitar para poder usarlo en tu contra.
5. Una arpía nunca tiene la culpa de nada. El resto es intolerante y por eso nadie en su trabajo la quiere, toda su familia es rara (por lo mismo, no la comprenden), sus jefes son tontos y no la valoran o todos los trabajos le quedan grandes. Tiene pocas amigas, no porque ella no sea de confianza, sino que porque nadie más la valora. Siempre he pensado que si tienes problemas con toda la gente la del problema eres tú, no el resto; por lo que si éste es el caso, ¡atenta!.
6. En vez de decirte qué deberías potenciar para verte más linda, recalca todos tus defectos y los magnifica. Nunca olvidaré una vez que recién me había cortado y teñido el pelo: mi compañera de trabajo arpía no encontró nada mejor que gritar a viva voz lo mal que me quedaba y decir que boté plata en la peluquería haciéndome eso. Lo mismo hacía cada vez que alguien llegaba con ropa nueva. A las mujeres nos afecta el cómo nos vemos y esos comentarios nos insegurizan mucho. Lo que buscan las arpías es debilitarte y luego sacar partido de la situación.
7. Una arpía que dice ser tu amiga no está ahí cuando en verdad la necesitas. Las verdaderas partners están en las buenas y en las malas. Te van a ver cuando estás enferma, cuando acabas de terminar una relación, cuidan a tus hijos si estás complicada y te acompañan a hacer trámites. Una arpía sólo quiere sacar provecho de ti, por lo que está sólo cuando hay panoramas, motivos para celebrar y pasarlo bien.
8. Que no te extrañe si una arpía intenta tener algo con tu pololo, tu hermano o hacerle daño a alguna de tus amigas: ella siempre te toca donde más te duele. Está contigo sólo para sacar información y lograr lo que de verdad quiere. Las arpías te usan y les da lo mismo pasar encima de quién sea con tal de lograr su cometido. Esta bien que nos orientemos a nuestros objetivos, pero siempre con respeto y sin dañar a otros.
Chicas, espero que no deban pasar por ninguna de esas cosas, pero por lo mismo es mejor estar preparadas. Como último consejo, no les declaren nunca la guerra, traten de ser invisibles para ellas y nada malo les pasará.
Imagen CC Mauricio Delgado