La base de mi conservadurismo comienza desde mi resquemor con aquellas redes sociales hechas para “encontrar pareja”. ¡Las encuentro terribles!
¿Cómo fue que algunas personas se dieron por vencidas tan prontamente y decidieron buscar “el amor” por Internet? Mal. Prefiero mil veces esperar a que la vida te dé una sorpresa y alguien maravilloso llegue en el momento en que menos lo esperas.
Obviamente, cuando conozca al "indicado" – o alguien que me provoque verdadero interés– quiero llegar a él por el viejo camino; es decir: conversando, saliendo, descubriendo de a poco sus intereses y, si ya la cosa se pone más seria, que me presente a su familia y amigos.
No es que una quiera a un “príncipe azul” que le hable bonito, escriba cartas y la llene de flores cada día: se trata sólo de pedir un poco de calma en el proceso, avanzar lento pero seguro. Sí, porque entregarlo todo a un desconocido puede terminar en una simple noche "hot" y luego, un corazón roto.
Y ustedes, ¿también son "anticuadas"?