Claramente, cuando una pareja se quiere estabilizar, el ítem “trabajo” se vuelve un tema importante. El sueldo y la estabilidad laboral es esencial en el camino hacia la consecución de sus metas.
Sin embargo, cuando lo único de lo se hablan es de este tema, las conversaciones se transforman en una real lata. Uno comprende la importancia que tiene la pega en la relación, pero tampoco queremos detalles pormenorizados acerca de su extensa jornada de trabajo, las horas extras que hace y los malos ratos que es capaz de bancarse para obtener un par de luquitas. Es importante juntar el dinero acordado para un próximo viaje, cambio de casa o futura boda, pero siempre y cuando su vida no sea consumida por el trabajo.
En serio, pololos que están en esta parada: ¡no cierren su mundo!. Lo único que lograrán es que su círculo más cercano se latee. Si notan que se están quedando sin más tema de conversación, quizás sea señal de que se hicieron adictos al trabajo. Esto sólo les llevará a un estrés monumental, que poco aportará en su afán de aspirar al estrellato laboral.