¿Eres completamente adicta a las redes sociales y te cuesta trabajo pasar un rato extenso sin revisar sus noticias? ¿Chequeas tu Facebook varias veces al día, tanto desde el PC como del celular? ¿Envías memes constantemente a tu grupo de Whatsapp? ¿Estás al tanto de las tendencias en Twitter? ¿Te desespera la sola palabra “desconexión”? Entonces, muy probablemente padeces de FOMO.
Por si no sabías, FOMO es la sigla para referirse al “Fear Of Missing Out” e implica el miedo - con ribetes dramáticos - a la exclusión. Es una afección común a jóvenes menores de 30 años, la mayoría de los cuales son nativos digitales. Provoca crisis ansiosas ante la idea de perder algún evento que se haya difundido por Internet, sin que el afectado tuviese conocimiento. Por lo mismo, siente la compulsiva necesidad de estar chequeando sus redes en todo momento, para así no quedar fuera de ninguna nueva actualización.
El FOMO va estrechamente ligado con sensaciones de inferioridad. Quien lo padece, suele tener una autoestima debilitada, que se verá aún más disminuida al revisar imágenes de terceros pasándolo muy bien en un evento del que se estuvo ausente. Dos tercios de las personas que tienen entre 18 y 33 años han experimentado síntomas asociados a este problema al menos una vez.
Aunque en un primer análisis parezca algo anecdótico y exagerado, el FOMO es una condición que preocupa, ya que de agravarse podría desencadenar trastornos mayores, como la depresión e incluso la distorsión de la realidad. Esto, porque el afectado llega a pensar que sus amigos y cercanos lo odian, lo que explica que no le hagan partícipe de sus actividades difundidas en la web. Es más, una chica con FOMO puede llegar a terminar una relación en apariencia sana, sólo porque su pareja le ocultó algún evento en las redes sociales.
Las personas con FOMO sobrevaloran los medios digitales como parte esencial de su desarrollo social. Así, se esmeran en construir una nutrida actividad virtual, aún cuando en la realidad no se dé de igual modo. Si crees padecer esta afección, los expertos recomiendan una consulta oportuna, en que se puede abordar el FOMO a través de un tratamiento con terapias conductuales-cognitivas. También será de ayuda ampliar la vida social y tener actividades “reales”; más allá de las redes sociales.
Y tú, ¿habías oído de este trastorno de la vida moderna? ¿Conoces a alguien que lo padezca?