Si tengo un defecto que me pasa la cuenta una y mil veces, éste es la ansiedad. Me reconozco full ansiosa, de las que ponen la mano en el cajero cuando va a salir el billete y le basta esperar dos minutos para sentir que ha perdido ¡una eternidad!.
Esta característica me acompaña desde niña. Recuerdo que me bastaba oír la palabra “examen de sangre” o “vacuna” - por aquel entonces, mis bestias negras - para pensar todo el día en eso y ninguna otra cosa. Se me espantaba el sueño, se me iba el apetito y, aunque me aterraban las jeringas, no descansaba hasta haber experimentado tal sufrimiento y volver a la tranquilidad de mi día a día.
La ansiedad me ha jugado malas pasadas más de una vez. Cuando estoy expectante ante una situación, ésta me atormenta hasta no saber su resolución. La incertidumbre es una suerte de “pequeño infierno”. Ante una prueba, me duele el estómago y la inquietud por el resultado me despierta durante las noches. Experimentar tal nivel de ansiedad me ha llevado incluso a tomar malas decisiones, en la premura por obtener respuestas precisas. Por lo mismo, hoy quise entregarles algunos tips que me han ayudado a mantener tal condición “a raya”, de manera de gobernarla y que no me gobierne a mí.
1. Mantener la mente ocupada: Cuando estás ansiosa, es usual que no pienses en otra cosa más que la situación que te provoca esa ansiedad. Entonces, te sobreviene taquicardia y te pones mal genio u hostil. Por ello, nada mejor que apartar la mente de aquellas preocupaciones y olvidarlas por algunos instantes. Concéntrate en tu serie favorita, una buena lectura o una divertida junta con amigas. Verás cómo de ese modo “aquel asunto” pasará a segundo o tercer plano. Eso sí, entrégate al buen momento y - de verdad - pon tu mente en off.
2. Haz ejercicio: El ejercicio ayuda a liberar tensiones, botar neura y canalizar la ansiedad. Haz una hora de bici o sigue los pasos de los mejores videos de zumba en YouTube. No sólo quemarás esas molestas grasitas extra que a todas nos agobian, sino que además liberarás energía y te irás a acostar ¡renovada!
3. Juega: Los juegos de Playstation son tan cotizados entre los hombres porque les ayudan a botar tensiones al concentrar sus 5 sentidos en la resolución de un problema ficticio. Imita a tu pololo, hermano o amigo y entrégate a las bondades de la consola. Además, siempre puedes inventar un desafío simpático que les pueda hacer pasar un rato agradable. ¡Inténtalo! No lo lamentarás.
Y tú, ¿de qué forma canalizas la ansiedad?