Amar es un verbo tan complejo que cada quien le otorga un significado personal. Lo anterior se posiciona como una de las características más atractivas en el acto de unir a las personas, más aún cuando se trata de amor erótico o de pareja. Sin embargo, para muchos es difícil entender este fenómeno.
"Yo soy quien más ama en la relación", si te sientes identificado con esa frase, probablemente te consideras una persona sacrificada, que siempre pone de su parte y expresa a cada momento su amor. Pero por otra parte, también te sientes el menos amado y te entristece la idea de que realmente sea así.
Pese a que puede que tengas razón y sientas que tus actos no son correspondidos por tu pareja, muchas veces nos cegamos en la idea de que somos mejores amantes que el otro sin observar con detención la realidad. Aunque hayas recordado cada fecha de "cumplemes", le digas en cada momento cuanto lo amas y seas el que espera hasta tarde a que llegue del trabajo, nunca olvides que existen millones maneras de expresar el amor.
En vez de llorar todo el día y quejarte con tus amigos, deberías ampliar la vista y evaluar la significancia de las acciones de tu amorcito. A veces una mano fuerte presionando la tuya, un oído fiel para escucharte y el respeto a tu espacio personal, pueden ser otras formas de expresar este profundo y misterioso sentimiento. Intenta dejar lo cliché a un lado y deslígate de tu apretada definición: recién ahí podrás ver.
Si no logras reconocer ningún acto de amor en tu pareja, quizás sea momento de hablar sobre qué sienten. En este caso, tampoco debes olvidar que no debes presionarlo a decir lo que quieres oír o perderás un valioso encuentro de comunicación.
Sentir que amas más es un acto de profundo egolatría, sentir que amas menos es vestir de miserable por la vida. Nunca olvides que no existen balanzas para medir los sentimientos, que cada persona es distinta y que no hay nada mejor que la comunicación, comprensión y meditación, para volver a sentirse plenos otra vez. No cuestiones al amor, sólo vívelo.