Dicen que la risa abunda en la boca de los tontos; sin embargo, considero que reírse "sola" a causa de algo que sólo nosotras vemos o escuchamos, es algo que otros ven como si estuviéramos locas.
La risa, inherente a nuestro ser, es creada gracias a las respuestas biológicas que nos producen distintos estímulos. En palabras simples, la risa viene desde nuestro interior y fluye cuando algo nos causa gracia. Y ese “algo” puede ser cualquier cosa.
Ya sea por lo que oímos en la radio, por algo que vemos por la ventana o por un mensaje en nuestras redes sociales, reír sola es lo mejor que puedes hacer en momentos en que estás triste, atareada o con preocupaciones. Y es que aún cuando no tengas ganas, tu cuerpo necesita que rías, porque gracias a ello se produce un relajo y equilibrio emocional.
Que nos sintamos bien con la risa quizás creas que es el mejor beneficio, pero no. Hay uno mucho mejor: contagiar de risa a los demás. Empiezas a reír suavemente, pero al poco tiempo tu cuerpo explota liberándose de manera tan original que todo tu entorno lo percibe. Primero te verán con rareza, pero luego, el mismo proceso que experimentó tu cuerpo lo recibirán ellos y se oirá un murmullo, luego otro, uno más fuerte y ¡lo habrás logrado!: desencadenar la liberación de muchos cuerpos, dándoles un mejor día, algo para recordar y volver a reír.
Cuando estés triste, busca videos de humor. Mira a los niños y a los animales, seguro te harán reír sola. Serán cosas de locas, ¡pero nos hacen bien!.