La mayoría de las mujeres, suele estar enamorada de Cupido. Nos encanta esa sensación de mariposas en la panza y cuando nos enganchamos de alguien, quisiéramos pasar todo el tiempo con esa persona. Sin embargo, el amor puede llevar a cometer muchos excesos y uno de ellos, es olvidarse del tú "mujer individual" y convertirse en un tú "pareja de un otro". No tiene nada de malo compartir tu tiempo y vivencias con un pololo, pero no es positivo (para ti y la relación) el convertirte sólo en "la polola de", día tras día.
Una de las mejores formas de mantener tu autonomía es nunca olvidar lo rico que se siente ser independiente y conversar de una que otra frivolidad, con tu propio club de Lulú. No todo es trabajo, familia y amor; también hay que darse espacios para reír, hablar por una hora de esos maravillosos zapatos que viste en una vitrina, desenredar la lengua un rato y mandar la dieta por un tubo, aunque sea por unos instantes.
Las amigas son las mejores compañeras a la hora de escuchar las típicas "conversaciones de mina". Por más racionales o buenas que seamos, necesitamos ese momento liberador, en el cual te das permiso de decir cosas que no te atreverías si estuviera tu pareja presente. Además, una relación no se trata de vivir pegados 24/7 y tener que hacer todo juntos, porque al final se transforma en algo así como "bailar con el hermano".
Aunque estés en pareja necesitas tu propio espacio, compartir experiencias y temas en común con personas del mismo género, sacarte los tacos, cantar desafinado, dejar de hundir la panza (sin sentir culpa) y hablar de hombres atractivos. Si le dedicas a tus amigas un solo día en la semana - al menos - no te convertirás en una mala polola, sino que estarás dándoles el tiempo que ellas merecen y disfrutando tú también su compañía.
A una pareja no puedes contarle todo. Por lo general, hay secretillos que guardas para ti misma, que siempre es liberador contar en el club de Lulú. Esta instancia te ayudará a mantener un espacio sólo para ti, de manera que tu relación no se vuelva demasiado monótona. Y también, te demostrará a ti misma que eres una mujer capaz de amar a alguien, pero sin dejar de ser quien era antes antes de estar en pareja