"¡Te quiero de verdad, con todo mi corazón!" No es fácil decir esto amigas. A mí por lo menos, me cuesta un mundo engancharme de alguien y más aún reconocer lo que siento.
Sentir algo hermoso por una persona es genial, pero termina siendo muy frustrante cuando el otro no te cree ni una palabra de lo que dices. Y eso fue lo que me sucedió una vez, cuando anduve con un bombón y la relación terminó en un verdadero desastre.
Nos conocimos una noche en un pub, un momento mágico lleno de música. Fue un encuentro bastante especial, ya que nos habíamos visto sólo una vez antes y esa noche conversamos por horas como si nos conociéramos de otra vida. Así, empezamos a salir y nos dimos cuenta de que teníamos gustos en común, nos llevábamos excelente y había una gran complicidad entre nosotros. ¡Genial para comenzar una relación!
Fuimos al cine, seguimos yendo al pub y él comenzó a ir a mi casa. Todo muy bien, hasta que nos dimos el primer beso y quedé sin palabras. ¡Fue mucho mejor de lo que imaginé!. De ahí no me dieron ganas de separarme más de él.
La relación marchaba sobre ruedas, pero por circunstancias de la vida, cometí algunos errores. Nunca tuve la intención de hacerle daño; fue sólo que en ese instante estaba un poco perdida. Y cuando una está así, a veces hace cosas sin querer o por miedo a comprometerse. Lo peor fue que él me pagó con la misma moneda; ahí quedó la grande y la relación terminó. Sin embargo, lo más triste es creer que sólo uno tuvo la culpa y eso no es cierto, puesto que una relación será siempre de a dos.
A pesar de mis intentos por arreglar las cosas, él jamás me creyó que lo quise de verdad. Sólo se cerró a volver a intentarlo, ¡siendo que lo quise con todo el corazón!.
Por eso, cuando se presenten problemas en sus relaciones, ¡arreglen todo de inmediato y no dejen ir al príncipe azul! Aunque si no resulta, ¡tampoco esperen para siempre su regreso!, porque bombones sobran, y más aún si somos lindas y adorables.