Veranear con la pareja es una gran experiencia y la perfecta instancia para probar qué tan bien encaminada está la relación. Sí, porque aún cuando se trata de un viaje de placer o una suerte de luna de miel, constituye una “prueba de fuego” para los enamorados y una oportunidad para conocerse en la diaria convivencia.
Dicen por ahí que una pareja que vive junta por una semana durante sus vacaciones, puede llegar a conocerse aún más que otra que comparte por un mes la cotidianeidad. Esto, porque durante el periodo de asueto ambos pueden compartir 24/7: sus gustos, sus silencios, sus periodos de aburrimiento y también la diversión; todo, de manera mucho más intensa que al compartir la cama e ir al día siguiente cada uno a su trabajo.
Por lo mismo, si recién inicias una relación, emprender esta aventura será simplemente sublime. Lejos, la mejor forma de conocer de manera más profunda al hombre que amas y vivir momentos ¡inolvidables!
Y tú, ¿vivirás este verano esa gran aventura?