¿Por qué nos atrae la gente que se nos parece?

¿Alguna vez han tenido una pareja y les han preguntado si son hermanos?

¡Plop! Así quedamos, desconcertadas y con mucha risa ante tales comentarios. Porque claro es genial que te digan "¡qué lindos se ven!" o "¡hacen una excelente pareja!", pero que comenten que se parece a ti es medio extraño. Aunque pensándolo bien, ¡no tanto! ya que esto suele pasar muchas veces: que la pareja se parezca físicamente. ¡Y esto tiene más de una razón!

1. La protección: Sí, el hecho de estar con un bombón parecido nos hace sentir contenidas, ya que encontramos en él algo 'familiar' y eso nos brinda seguridad. Tenemos la sensación de que nada nos faltará. Además de ser nuestra pareja y el amor de nuestra vida, es como de nuestro clan.

2. Carencia del padre: También es cierto; cuando nos damos cuenta de que sin intención terminamos en brazos de alguien con rasgos físicos similares (el mismo color de ojos, tipo de piel, tono de cabello, etc) es porque necesitamos la figura paterna. Esto, en los casos en que por algún motivo nos haya hecho falta en nuestras vidas.

3. La confianza: Dicen que cuando estamos con alguien que tiene nuestro mismo tono de piel, podemos sentirnos más tranquilas y tener mayor confianza en la intimidad ¡Qué loco, no! pero suele suceder.

Pero ¡ojo!: que no se transforme en algo terrible, que nos lleve a querer salir corriendo, jaja. No, porque en el fondo está bien: si es lo que nos hace falta y lo necesitamos de corazón, no hay ningún problema. Si al final nos sentiremos en familia y protegidas. No tiene nada de malo escoger a un galán parecido a nosotras: lo más importante es el amor y ¡si estamos locamente enamoradas de ese bombonazo, qué más da!

Por ejemplo, yo que soy clarita y de ojos verdes, me encantan los galanes de ojos cafés y pelo oscuro. Pero si llega un ángel caído del cielo, con ojos azules y pelo castaño, que me mueve todo el piso, ¡no lo pienso dos veces!.

Lo importante es que nos haga sentir en las nubes y que al mirarlo el mundo se nos dé vueltas; que nos provoque esas mariposas en el estómago y sintamos que somos ¡las mujeres más felices a su lado!.