La vida está llena de cosas bellas, hermosas obras literarias y series magistrales. Pero cada cierto tiempo, el mundo para los fans deja de lado su tono rosa, para sumirlos en momentos de honda tristeza. Y aunque nadie lo entienda, son provocados por esos finales decepcionantes.
Sé que te ha pasado: llevas meses siguiendo esa serie, has dejado de salir por verla e incluso les hablas a tus amigos de ella. Desde que viste las primeras imágenes, algo en tu interior se estremeció, y entonces se convirtió en parte de ti. Los meses pasaban y sabías que el final se acercaba. Te cuestionabas cómo se resolverían tantas dudas en tan poco tiempo, hasta que llegó ese fatídico día: ansiosa, frente al televisor, saboreaste cada nueva escena, toma por toma. El capítulo avanzó y de pronto, los créditos aparecieron sin más. Así, todas esas horas, la expectativa y el anhelo de presenciar un final perfecto, se van a lo más profundo del basurero.
No es justo. No lo es. Si bien con las series de TV no tengo una relación estable –más bien amoríos temporales-, los libros son mi perdición, y fue con ellos que viví mi más reciente y dolorosa decepción: El final de la novela que seguí durante días era una porquería. Estoy segura que cualquier Fan-fiction habría hecho algo mejor. Mi decepción fue tal, que apreté el libro contra mi pecho con fuerza y rabia; mis manos se tensaron, me paré al baño y lloré de frustración. Sentí que había perdido parte de mi tiempo, de mi vida, de mis expectativas... Deseaba con tantas ganas que me sorprendiera, realmente quería que fuera un gran libro, pero no lo fue.
Entonces lo entendí: estoy cansada de las decepciones. No quiero seguir leyendo -o viendo- historias que me dejarán un sabor amargo; no quiero verme forzada a provocar en mi vida más penas. Muchas podrán decir que nuestros estándares son más altos después de leer más (o tener un grado de fanatismo más alto), pero creo que vivimos tantas cosas lamentables en el día a día que exponernos a algo así es ruín e innecesario.
Meceremos finales dignos, relaciones exitosas y trabajos
satisfactorios. ¿Te ha pasado? ¿Alguna decepción que compartir?