Todas odiamos esas noches en las que no podemos dormir por no poder dejar de pensar, ¿no? Cuando hay un examen al día siguiente, hubo una pelea con una amiga o se rompió con el novio... pero, ¿y si esto se hiciera costumbre? ¿Y además no te quitarán el sueño cosas de fácil resolución, sino las ganas de mudarse y cambiarlo todo?.
Sí, suena loco. Pero a mí me pasa. Tengo la extraña manía de siempre pensar dónde me gustaría vivir y como no me puedo decidir - ya sea porque es imposible, por no conocer el lugar o no tener oportunidades allí - me paso todas las noches planeando diferentes alternativas. Investigo por Internet sobre el lugar que elegiría y qué podría hacer allí. Cosas que no se deciden de la noche a la mañana, ciertamente.
Una enorme pérdida de tiempo, ¡lo sé! Pero es que tampoco puedo evitarlo: es como una pesadilla que tengo cada día antes de dormir. A la mañana siguiente despierto súper cansada, agobiada por no poder cumplir mis sueños, comparándolo todo entre el lugar mágico que Google me mostraba anoche y la realidad donde me impusieron nacer. ¡Soy bien dramática ahora que me leo!, jaja.
Pero no todo es fantasía chicas, con esta mentalidad soñadora logré mudarme no sólo de casa y de ciudad sino también de país. Fue una experiencia maravillosa de la que no me arrepiento, y lo digo en pasado porque las cosas no funcionaron. Quizás volví a perder tiempo, dinero y esfuerzo e interrumpí las cosas que estaba haciendo, pero nadie me quita lo comido y lo bailado.
El haber vivido en un lugar desconocido, sin nadie que me acompañara, conociendo gente de diversos países, aprendiendo diferentes culturas, costumbres, idiomas, acentos, etc, son todas cosas que el dinero no puede comprar, a menos que estés dispuesta a gastarlo todo en viajar y alquilar.
¿Y ustedes? Díganme por favor que existe alguien más con esta misma locura por estar de aquí para allá, porque yo personalmente no conozco a nadie. ¿También sufren de esta ansiedad o se van a poner a regañarme como mi mamá? Si alguien piensa como yo, me cuenta cómo hace para aguantar, porque ya tengo otro lugar en mente que hoy no me va a dejar descansar.