Hace algunos días, la prensa internacional reveló que Gwyneth Paltrow, la eternamente rubia y pálida estrella de Hollywood, sufre de osteopenia, un estado de densidad ósea previo a la osteoporosis, enfermedad que incrementa el riesgo de fractura de los huesos. Desde entonces, se ha especulado sobre las razones de la aparición de dicha condición, más propia de ancianos, en la todavía joven actriz, y todos los dedos apuntan a la misma sospechosa: la dieta macrobiótica.
Este tipo de dieta, que Gwyneth sigue desde 1999 y que suspendió sólo entre 2003 y 2006, busca limpiar el organismo de los malos hábitos alimentarios de la sociedad moderna, y comprende el paso a través de 10 estados de restricción dietética, hasta llegar a comer sólo cereales. Los estados intermedios, no obstante, permiten el consumo de frutas y verduras, así como carne sin grasa. Pese a aquello, podría no ser suficiente.
Quienes siguen esta clase de régimen podrían correr el riesgo de disminuir sus niveles de vitamina D, la cual se encuentra en alimentos como el pescado, la yema de huevo y los lácteos. Este déficit puede llevar a alteraciones óseas, trastornos dentales y enfermedades metabólicas, ya que la vitamina interviene en la absorción del calcio y el fósforo, minerales esenciales para mantener en óptimas condiciones nuestros huesos y dientes.
Sin embargo, la dieta en sí no es la responsable de estas enfermedades, pese a lo que se pueda decir por ahí. Si se sigue con cuidado, existen otros mecanismos para suplir la deficiencia de vitamina D, como tomar mucho sol, permitiendo a nuestro cuerpo sintetizarla de forma eficiente.