Por: Blog Rosa No hay mujer que no tenga complejos, se nota cuando nos miramos al espejo, de alguna u otra forma queremos ocultar algo que nos molesta. Y hay distintas maneras; las gordas ocupan el negro, las flacas el blanco, las planas el relleno. Y así, para las bajitas están los adorados tacos, de hasta varios centímetros! Pero las altas, ¿dónde esconden 2 metros de belleza?, he ahí donde la ciencia no ha llegado aún.
No sé por qué para las mujeres es problema la altura, si siempre estuvo ligado a las modelos de alta costura y a la alta élite europea. Soy alta, más que la mayoría de las mujeres y sé de qué se trata mirar por encima del hombro, y no por egocentrismo. Sé qué significa andar buscando zapatos planos y SIN TACO. También sé que significa que los pantalones te queden cortos y se te vean los calcetines, que pocas marcas tengan tu medida y también sé que jamás te verán como una niñita, porque con sólo 13 años, medir 1,70 es como ¡sobrenatural! Pero también sé que te tienen respeto. Sé que cuando caminas nunca pasas desapercibida y de que a pesar de ser reservada ¡todos te miran! Sé también que tu cuerpo disimula mejor la grasa y se distribuye de mejor forma. Sé lo que significa que miren tus piernas largas (que siempre son atrayentes). Como ven, también tiene su lado positivo, y eso, hay que saber aprovecharlo.
Sé qué es convivir en un país de hombre bajitos y que por paradoja ¡nos encanten! Pero ni idea porqué nos gustan tanto y ellos también gustan de nosotras. Hay varios ejemplos; en los dibujos animados Betty y Pablo Mármol, también Popeye y Oliva. Y en la vida real quien se lleva el premio es Tom Cruise y Nicole Kidman quienes por un momento fueron marido y mujer. Y al parecer, con su actual pareja, Katie Holmes, se repite la historia.
Debe haber un síndrome o alguna explicación científica de por qué a las mujeres altas les gustan los más bajitos... y que a ellos les guste ser "llaveros". Existe un estigma social en dónde los hombres deben ser más altos para proteger a las mujeres, una idea bastante idiota debo decir. No importa la edad, la situación social, y (ahora agreguen) los centímetros, pero nada impide que tú y él sean felices...