Foto vía readerwalker
Creo que le pasa a la gran mayoría que en días como hoy, nublados y fríos, no dan ganas de hacer absolutamente nada. Levantarse con frío y ver por la ventana que el cielo está gris es una de las cosas que más me apestan.
Y al no tener ganas ni siquiera de sacar la punta de la nariz a la calle, me baja un amor por mi cama terrible. Como que quiero quedarme así todo el día… tapada y viendo películas. No necesito nada más… bueno, un café bien rico.
Pero obvio que la vida no es así de maravillosa y hay que salir a la calle a congelarse, porque por más que use bufanda, guantes y una chaqueta hiper abrigada, el frío es insoportable. Y de hecho, hace que mi humor también se vaya un poquito a gris.
Por eso es que prefiero los días con sol. Son alegres y felices. Hasta se nota en la cara de las personas, como que tienen un brillo distinto. Además, cuando el día está soleado las mujeres nos vestimos con ropa más alegre y mucho más linda, dejando en la casa los abrigos que creo que ya los odio un poco.