No hay nada peor que sentir culpa por algo y me carga cuando eso pasa. Muchas personas te dicen que es mejor arrepentirse de lo que no hiciste, en vez de lo que hiciste. Yo lo encuentro una soberana estupidez. Lo penca es arrepentirse y sentir culpa, independiente si lo hiciste o no. Es el hecho de que algo te de vueltas en la cabeza y no te deje en paz.
Dice mi madre que la culpa es tan fea que nadie quiere cargar con ella y que el que siembra vientos, cosecha tempestades. Uno de los errores más comunes del ser humano reside en no aceptar las realidades o consecuencias de nuestras acciones. De forma natural tendemos siempre a protegernos de cualquier situación que nos pueda causar dolor, daño o vergüenza. Porque muchas veces nos sentimos a nivel inconsciente, como unos libertinos, despreocupados, derrochadores, irresponsables, malas personas, locos, inmaduros, dependiendo del contexto que sea.
El diccionario define la palabra “culpa" como “un sentimiento de responsabilidad o remordimiento por alguna ofensa, crimen o equivocación, ya sea éste real o imaginario”. La culpa es esa parte de la conciencia humana que nos confronta y nos condena por acciones y pensamientos.
Una teoría dice que la culpa es para castigar al yo. Otra, dice que la culpa nos alienta a tratar de reparar el daño social que hemos hecho. Una tercera sugiere que nosotros sólo nos vemos motivados a actuar en orden de hacernos sentir mejor sobre nuestra trasgresión. Freud pensaba que la culpa servía para regular de una forma efectiva el comportamiento social. Si la gente no se sentía culpable, decía, no se preocuparían mucho a la hora de lastimar a otros, ya sea emocionalmente o dañando su propiedad. ¿Pero para qué sirve la culpa?, ¿qué nos motiva a hacer?
Ver la culpa bajo la luz adecuada, nos permite entender que es una válvula de seguridad para la condición humana. La culpa significa que hay una manera correcta e incorrecta de hacer las cosas y que hay estándares de lo que es bueno y malo. El “gen” de la culpa es algo con lo que todos nacemos y hay que saber sobre llevarlo.
Como bien dice el dicho, a lo hecho, pecho nomás.