Por Loreto Ramírez
Creo que todas las mujeres en alguna etapa de nuestras vidas hemos creído que somos espías internacionales, pero a escala menor y 100% individualizadas. Pienso, aunque a lo mejor me puedo equivocar, que es sumamente natural querer saber TODO de nuestro hombre, aunque no sea propiamente nuestro, aunque sea de otra, esté en otro país o no nos dé la más mínima bola.
¿Quién no se ha metido al Facebook a mirar todas las fotos o revisar posteos antiguos de la ex polola o de sus amigas? ¿Quién no ha mirado los mensajes si al pobre se le queda trágicamente el celular en tu casa? ¿Quién no le ha revisado el correo si por error fatal lo dejó abierto? (a mi favor puedo decir que esto no lo he hecho).
Sé que todo lo anterior es incorrecto y sólo refleja una inseguridad tremenda. Deja en evidencia que no confiamos en el que está al lado, que somos unas ociosas con mucho tiempo libre, pero aún así sigo pensando que es entretenido. De hecho mi nuevo hobbie, cuando tengo tiempo libre o no tan libre, es torturarme viendo las fotos de la polola del chico que me gusta. Es regia y sólo me sirve para sufrir y ver cómo se ciber declaran amor eterno. De hecho cada vez que abro el Facebook, lo hago con el anhelo de que salga que está soltero.
También reviso el perfil de mi ex pololo con la esperanza de que su estado siga siendo soltero. No quiero que encuentre una pareja antes que yo. Ok, sigan pensando que soy infantil, pero para mí es un alivio saber que sigue solito y me entra una pica gigante cuando veo que otras minas lo jotean. Por eso me gusta ver que escribe en su estado, porque con eso me compruebo que no estar juntos fue una de las mejores cosas que me pasó este año.
Y ustedes Fucsia girls, ¿cómo psicopatean?