Cuando terminamos una relación, tendemos a echar de menos a la persona con la que estábamos. O quizás simplemente extrañamos el hecho de que siempre hay alguien ahí para nosotras, que se preocupa, que nos quiere.
Algunas veces reponerse de un rompimiento puede ser prácticamente imposible. Pero, sin duda hay factores que ayudan; y uno de ellos es: conocer a un clavo.
El hecho de estar nuevamente con alguien hace que nuestra autoestima crezca, volvamos a sentirnos lindas y queridas. Sin embargo, esto puede traer consecuencias negativas.
Puede que nos refugiamos en otra persona sólo para tratar de olvidar a nuestro ex. Inconscientemente disfrazamos nuestros sentimientos, lo que en un principio puede resultar positivo. Pero después, cuando realmente nos damos cuenta que todavía no hemos vivido el “duelo” que corresponde, tratar de recuperarse puede resultar aún más complejo.
Aunque uno nunca sabe. Si tenemos suerte podemos conocer a una persona increíble y volver a enamorarnos. ¿Habrá que arriesgarse?