El otro día leí un artículo – escrito por un hombre- que contaba lo poco atractivo que encontraba que una mujer hablara con “chuchadas”; a menos en el fondo que la situación lo ameritara. Un robo, una caída, rabia acumulada.
La columna me hizo pensar en lo garabatera que soy y la verdad es que no lo veo como un problema o algo malo.
Obviamente no ando garabateando a mis hermanos o a mis amigos estilo Rosa Espinoza; pero sí puedo decir que en una conversación de carrete, al menos el 40% de mis frases están compuestas por estos míticos modismos chilenos.
Creo que hasta me gusta decir garabatos. Ayudan a romper el hielo, la gente se ve más natural al decirlos, incluso en algunas ocasiones, pueden ser divertidos. Todo en su justa medida también!
¿Será verdad que los hombres se espantan y encuentran poco señorita a una mina buena para garabatear? ¿Qué creen ustedes?