Por Lissette.
Me detuve a pensar lo dependientes que somos de la tecnología. No concebimos nuestras actividades diarias sin usar algún artefacto electrónico, especialmente el celular.
Pero la gran pregunta es ¿nos detenemos a apreciar los momentos más simples? Tal como una caminata al aire libre, escuchar música o tener una conversación que sólo nos puede parecer cotidiana.
Toda esta idea viene, ya que molestaba a una de mis hermanas, porque nunca se desconecta. ¡¡Es una cosa sorprendente!! A tal llega su adicción, que no puede pasar más de 10 minutos sin el teléfono, porque si no se pone inquieta o a sudar. Les juro que no exagero, es tal como se los describo y aún peor.
Es por ello que le pedí que hiciera el intento, de que por lo menos un día del fin de semana mantuviera el teléfono apagado. Para así que aprovechará el tiempo en relajarse totalmente. Sin estar preocupada por llamadas, sms o algún mensaje en whatsapp. Estoy esperando que funcione nuestro trato, al menos ya hubo un avance. Porque salió a andar en bicicleta sin el celular y eso ya es bastante. Créanme.
Y ustedes se han detenido a sacar la cuenta de ¿cuántas horas se mantienen conectadas? O mejor aún ¿Cuántas horas se pueden mantener desconectadas? Hagan el ejercicio mental, se pueden sorprender.