Desde pequeñas oímos que “los hombres no pueden vivir sin sexo” y son capaces de cualquier cosa por conseguirlo. Es más, muchas se quedaron con la idea en el disco duro de que “sólo les importa ESO”. No obstante, ya hemos visto que no todo es como lo pintan y ellos también tienen momentos en que no quieren saber nada del “regaloneo” on fire. Y bueno, nosotras sí, porque somos humanas y un cariñito del hombre que amamos por supuesto que nos cae muy en gracia.
Pero hay temporadas de “sequía amorosa” en las que damos señales que evidencian que “algo falta”. ¿Cuáles son? El sitio Frontera25 las identificó y en Fucsia te lo contamos:
1. Falta de sueño: ¿Insomnio? Mmm, la escasez de “maña mañaña” puede ser el motivo. Sí, porque el sexo es un sedante natural debido a la oxitocina, secretada durante el orgasmo femenino. Esta hormona es la encargada de brindarnos la sensación de placer y bienestar que nos invita a relajarnos y soñar con los angelitos. ¡Ni hablar qué pasa si falta!
2. Apariencia de ser mayor: ¿El secreto de la eterna juventud? ¡Harto regaloneo, pues chicas! Porque el sexo nos lleva a producir colágeno, que vuelve la piel más suave, bonita y lozana.
3. “Achacosa” y enferma: ¿Eres presa fácil de cuanto “bicho” o enfermedad pulula por el ambiente? ¡Ojo con la intimidad! Sí, porque la falta de “cucharitas sexies” con la pareja disminuyen en un 30 por ciento la producción de anticuerpos que nos protegen de los virus. ¡A “vacunarse” entonces!
4. Retraimiento y baja autoestima: Si llevamos un tiempo en “sequia amorosa”, es normal que propendamos a disminuir el contacto con otros. Esto, porque la autoestima se ve seriamente afectada: nos sentimos insatisfechas, cuestionamos nuestros atributos y perdemos herramientas fundamentales para sociabilizar (como la seguridad). Todo esto tiene una explicación científica y es que la falta de endorfinas altera la visión que tenemos tanto de nosotras como del entorno.
5. Flaccidez y acné: Al “regalonear” producimos progesterona, la cual elimina de nuestra piel esos molestos granitos. Además, la actividad sexual es un excelente ejercicio, que fortalece los muslos, pecho, abdomen y todas aquellas zonas que comúnmente deseamos tonificar. ¡Qué aerobox ni que ocho cuartos! Chicas, ¡a entrenar!
6. Más olvidadizas: Al oxigenar la sangre (que luego se dirige al cerebro) el sexo nos ayuda a mejorar la memoria, favoreciendo el que adquiramos nuevos conocimientos. Por eso, si están preocupadas por sus estudios, ya saben cuál es la mejor manera de optimizar la concentración (y también el ánimo).
Dado lo anterior, ¿les cabe alguna duda que el “regaloneo” es lo más? Compártanlo con sus parejas y comiencen ¡cuanto antes! a mejorar la calidad de vida. (Si no lo hacen, se notará)
Foto CC vía Flickr ( DmitryRyzhkov)