Tenía 15 años y hacer amistades por el extinto "Messenger" era una moda que la mayoría seguía. Así conocí a mucha gente, entre ellos Danilo, un hombre que parecía muy interesante y atractivo. Por eso, decidí comenzar a conversar con él virtualmente.
Todas las noches "nos conectábamos" a las 8 PM y hablábamos de diferentes cosas. Yo sabía qué le gustaba comer, sus colores favoritos y cuáles eran sus pasatiempos más comunes. Creo que a él le pasaba lo mismo conmigo.
Cada vez ansiaba más nuestras conversaciones, hasta que un día -con algo de temor- advertí que sentía una atracción especial por Danilo.
Por miedo a todas las denuncias que en ese tiempo comenzaban a surgir sobre las relaciones por Internet, preferí no decir nada. Actué como de costumbre y preferí no ponerme en riesgo.
Un par de días después - y luego de también haber conversado por webcam -, Danilo me confesó que yo le gustaba y deseaba que nos conociéramos en persona.
Sentí desconfianza, pero a la vez, me agradó saber que la atracción era mutua. Yo también quería conocer a Danilo, por lo cual le conté a un amigo mi situación y él se ofreció a acompañarme. Ese día lo pasamos muy bien los tres y -sin querer reconocerlo -, surgió en mí un cariño especial por ese hombre.
La segunda cita fue sólo de los dos y ahí nos dimos nuestro primer beso. En ese momento comprendí que quería a Danilo y sentí que era recíproco.
Me enamoré por Internet e inicié así una relación que duró un año, muy intensa y bonita, que nos ayudó a conocernos tanto que hasta hoy podemos ser amigos.
Y tú, ¿has encontrado el amor a través de Internet?
Imagen CC Kalexanderson