El año 2012, luego de mi titulación de Bachiller en Humanidades, mi jefe de esa época me obsequió un libro. Su título: Mujeres que corren con los lobos, de la psicóloga y psicoanalista Clarissa Pinkola Estés. Yo había escuchado su nombre antes, buceando en Internet, por lo que me motivé harto y comencé a leerlo inmediato. Así comprendí que esta mujer vivió e investigó por más de veinte años a distintas tribus y agrupaciones de féminas en el mundo, para contarnos parte de la mitología y sabiduría ancestral de ellas. Esto, no sin antes hacer un paralelo con las manadas de lobos, las que - aunque ustedes no lo crean - funcionan muy parecido a la estructura familiar de los seres humanos.
¿Su idea? Que la mujer vuelva a sus raíces más profundas, logre conectarse con su mundo interior y saque la fuerza vital que la caracteriza, pero en formas diferentes a las típicas: el hogar, el trabajo o los hijos.
Ella nos muestra en 752 páginas, el otro lado, el de la libertad integral: mujeres conectadas con el universo y a la vez con su lado más primitivo y ancestral, la intuición. A pesar de su gran tamaño, el libro mantiene cautivo a su lector, debido al lenguaje cadencioso, y su estructura breve de párrafos.
En el libro se incluyen cuentos y leyendas de civilizaciones como la maya, azteca, mapuche y húngara, por contar sólo algunas. La multiculturalidad de Pinkola, contribuye a este hecho, presentándonos un relato armonioso pero acompañado de psicoanálisis, filosofía y literatura universal.
Acá te presentamos un breve extracto de la raíz esencial de este libro:
"Los lobos sanos y las mujeres sanas comparten ciertas características psíquicas: una aguda percepción, un espíritu lúdico y una elevada capacidad de afecto. Los lobos y las mujeres son sociables e inquisitivos por naturaleza y están dotados de una gran fuerza y resistencia. Son también extremadamente intuitivos y se preocupan con fervor por sus vástagos, sus parejas y su manada. Son expertos en el arte de adaptarse a las circunstancias siempre cambiantes y son fieramente leales y valientes.
Y, sin embargo, ambos han sido perseguidos, hostigados y falsamente acusados de ser voraces, taimados y demasiado agresivos y de valer menos que sus detractores. Han sido el blanco de aquellos que no sólo quisieran limpiar la selva sino también el territorio salvaje de la psique, sofocando lo instintivo hasta el punto de no dejar ni rastro de él. La depredación que ejercen sobre los lobos y las mujeres aquellos que no los comprenden es sorprendentemente similar. Por consiguiente, fue ahí, en el estudio de los lobos, donde por primera vez cristalizó en mí el concepto del arquetipo de la Mujer Salvaje"
"La existencia de la Mujer Salvaje también se percibe a través de la visión; a través de la contemplación de la sublime belleza. Yo la he percibido contemplando lo que en los bosques llamamos una puesta de sol. La he sentido en mi interior viendo venir a los pescadores del lago en el crepúsculo con las linternas encendidas y, asimismo, contemplando los dedos de los pies de mi hijo recién nacido, alineados como una hilera de maíz dulce. La vemos donde la vemos, o sea, en todas partes.
Viene también a nosotras a través del sonido; a través de la música que hace vibrar el esternón y emociona el corazón; viene a través del tambor, del silbido, de la llamada y del grito. Viene a través de la palabra escrita y hablada; a veces, una palabra, una frase, un poema o un relato es tan sonoro y tan acertado que nos induce a recordar, por lo menos durante un instante, de qué materia estamos hechas realmente y dónde está nuestro verdadero hogar."
El precio del libro ronda los 6 mil pesos en formato pequeño (librino) y 9990 en formato normal, (ediciones Zeta). Y está disponible en las principales librerías del país. Personalmente se los recomiendo. Su lectura se hace tan sencilla como abrirlo en cualquier página y dejar que te sorprenda.
Imágenes originales Fucsia.cl