Seguro todas las seguidoras de “Hey, Arnold” (serie que disfrutábamos en la infancia y también de mayores) alucinaban lo mismo que yo: que de una vez por todas el protagonista de la serie “descubriera” a su eterna enamorada, Helga. La chiquilla de una sola ceja lo amaba como nadie: aunque de frente lo molestaba en forma odiosa, desde las sombras era un verdadero ángel guardián para el niño, pendiente de sus necesidades y cómo resolverlas.
Lo que muchas desconocen es que al final de la serie, la soñada pareja de Nickelodeon efectivamente terminaba junta. Así es, porque en la película “Arnold en la jungla” (cuyo estreno se pospuso ad infinitum) al fin era posible apreciar el esperado beso - correspondido - entre ambos teenagers. La trama de la cinta enlazaba con el último episodio transmitido, un larga duración llamado “El Diario”. En dicho capítulo, Arnold y sus abuelos descubrían la bitácora de Miles, el progenitor de nuestro querido “cabeza de balón”. En sus últimas páginas, estaba oculto el mapa del lugar en donde se perdió el rastro de los padres del chico (a los cuales creímos muertos durante las cinco temporadas).
Lo cierto es que la historia del inteligente y resolutivo chico tenía un drástico giro, cuando tras ganar unos pasajes a la jungla para él y su curso, decide aprovechar la instancia para abocarse a la búsqueda de sus progenitores. Es así como da con “La Gente de Ojos Verdes”, pueblo aborigen al cual sus padres ayudaban. En los territorios de esta cultura, los encuentra ¡vivos! y conoce las razones por las cuales se vieron impedidos de regresar junto a él. Obviamente, en su periplo le acompaña fielmente Helga, su eterna “amiga / enemiga” (quien inicia la aventura fingiendo - como siempre - que lo odia).
Es en dicho viaje que Arnold descubre sus verdaderos sentimientos hacia la chiquilla de una sola ceja, incondicional partner de sus aventuras durante la serie (y sin que él lo advierta). Ambos sellan este amor con un tierno y rápido beso, que Gerald interrumpe, recibiendo de la pareja una débil excusa. Como suele hacer, el moreno no entra en detalles y sólo responde “lo que ustedes digan”.
La película era el remate de la exitosa serie, que hizo nuestra delicia en los 90’s. Sin embargo, no se emitió dados los pobres resultados de taquilla que obtuvo “Hey Arnold, la película” en 2002 (originalmente pensada para TV y no cine, como “Arnold en la Jungla”). Aunque la cinta está lista para ser exhibida, Nickelodeon y Paramount tienen sus derechos, careciendo de interés hoy por la franquicia. Personalmente, creo que fue una falta de respeto para sus fieles seguidoras (como yo), quienes vimos un capítulo final bastante pobre y con varios cabos sueltos, que sólo adquieren sentido en la mentada producción.
Mantengo la esperanza de que Nickelodeon reconsidere - de hecho, en Internet circulan varias cadenas para recopilar firmas y exigir el estreno de este film - y de por fin a “Hey, Arnold” el remate que merece. Además de permitirnos, por supuesto, ser testigos del ósculo más ansiado de nuestra infancia.
Ustedes, ¿se suman a este anhelo?
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