Hay momentos de la vida en que nos detenemos y nos damos cuenta que no estamos a gusto, ya sea con nuestra casa, amigos, familiares, pareja etc. Y es entonces cuando - en vez de verlo como un gran problema - , lo podemos transformar en la oportunidad de nuestra vida para cambiar y renovarnos por completo.
Puede que algunas hayamos pasado por un duelo amoroso; la pérdida de una persona muy amada y nos cueste muchísimo salir de esto. No podemos esperar que familiares y amigos se coloquen en nuestro lugar, ya que como dicen siempre, es imposible que alguien - por muy cercano que sea - se ponga en los zapatos de otra persona si no ha pasado exactamente por lo mismo. Es entonces cuando sólo nos tenemos a nosotras mismas para salir adelante, ya que somos quienes mejor sabemos lo que sentimos y por lo que hemos pasado.
Es importante que en vez de quedarnos en lamentaciones, nos demos cuenta de que se nos presenta ¡una verdadera oportunidad! para salir fortalecernos y darle un giro radical a nuestra vida. Por ejemplo, si nada nos ata a un lugar determinado, simplemente agarremos vuelo y volemos como nunca antes lo habíamos hecho, especialmente si tenemos la ventaja de estar solas, sin hijos, pareja ni familia a la cual cuidar. En estas circunstancias, podemos ir al lugar que queramos y hacer también lo que nos plazca.
Si vives en Santiago, un lugar perfecto para irse unos meses a cambiar de ambiente, vida, trabajo y conocer otras personas es la hermosa V región. Ahí nos rodearemos de la energía del mar, la naturaleza, de aire más limpio y gente mucho más relajada de la que está en Santiago. También podemos aprovechar para conocer el lugar, su cultura, ir a talleres artísticos y echar a volar toda nuestra imaginación. Reflotar esa habilidad de crear que quizás estaba un tanto estancada.
La experiencia es inmejorable para darnos cuenta de lo que realmente deseamos en nuestra vida, a quiénes queremos dejar atrás y a quiénes no. Reencontrarnos con nosotras y con los demás, dedicarnos tiempo, escudriñar en nuestro espíritu, alimentar la mente y calmarla.
También podemos irnos al sur, a lugares tan hermosos como Puerto Varas, Pucón y Frutillar, disfrutando de un ambiente totalmente distinto a donde estábamos.
Y bueno, si dejamos a un amor por ahí en el camino, nos puede ir a ver si así lo desea, jaja. Quizás en otro lugar, un reencuentro podría ser más que genial y favorecer todo lazo que exista. Siempre estaremos pendientes de algunos familiares y amigos queridos, pero lo más importante es preocuparnos por nosotras si pasamos por un momento complejo. Tener juventud y alas para intentarlo es un plus, porque después ya con familia, casadas, con hijos o algo que nos ate, es más complicado.
Así es que ¡ya saben, amigas! No tengan miedo a volar, ¡sean libres!, sin que nadie las obligue a hacer cosas que no quieran. Las invito a seguir nuestros sueños, ¡no los de otro..!
Y alguna de ustedes ¿me acompaña en esta aventura?
Imagen CC c.fuentes2007