Me siento tan bien al darme cuenta que aún conservo cierta rebeldía que tenía en mi época de Universidad, ya que sí, debo recocerlo ¡soy harto 'chora' para mis cosas!.
Quizás a algunas personas pueda molestarles, pero a mí me encanta ser así, ya que de esta forma no me pueden pasar a llevar o aprovecharse pidiéndome cosas todo el tiempo. Porque claro, a veces algunas personas se pasan de la raya, son especialistas en hacerse las víctimas para que te sientas mal y tú caes como soberana pelota, pero yo no.
También admito que había tenido esta cualidad un tanto dormida por distintas circunstancias, pero llega un momento en que uno va recuperando su esencia y nada ni nadie puede cambiar eso. ¡Genial!, ¿no?
A varias de mis queridas amigas les da miedo salir de noche o pasar por ciertas partes, pero a mí me da lo mismo porque siempre digo "¡Relax si nada nos va a pasar!" y así es, nada nos sucede. Todo va en las actitudes amigas.
Incluso cuando iba en la U muchas veces me iba a carretear sola, andaba por lugares a las 5AM y de lo más tranquila que hay. Bueno ahora no salgo como antes, estoy un poco más precavida - corresponde, ¿no? jaja-, pero así y todo esa valentía siempre la mantengo.
A los ladrones los tengo siempre identificados, en vez de salir corriendo y huir de ellos los encaro. Me quedo parada en una esquina (pero ¡ojo!no para lo que ustedes piensan, jaja), sino que mirándolos con los brazos cruzados en mi parada ultra chora, para que se den cuenta que no soy ninguna pastela.
Y ¡se van! Increíble, ¡sí que resulta!. Si te ven segura, sin miedo, prefieren retirarse y buscar alguien más inocente.
Ahora último también me acompaña mi rebeldía: digo todo lo que pienso, sin importarme el qué dirán. Si les molesta bien y sino, mejor aún, pero ya no dejo que nada me pase a llevar ni me contaminen con mala onda.
Además que tengo un genio bastante particular y cuando estoy molesta, mejor que se mantengan lo más lejos posible de mí, jaja. Porque claro, si otros tienen un problema, que no te tiren vibras negativas gratis. Son sus asuntos no los tuyos, por eso ¡soy chora y a mucha honra!
¿Y ustedes?
Imagen CC Diogo A. Figueira