Está de moda y lo sabemos. Al menos así lo dejaron claro estrellas como Demi Moore y Jennifer López, que durante los últimos años estrenaron nueva relación, con muchachos a quienes doblan en edad. Pero, ¿cuáles son las ventajas de tener un pololo/amigo/novio/andante varios años menor? Vamos por parte.
Primero que todo quisiera aclarar que la máxima de que “el amor no tiene edad” es realmente cierta, al menos a mi juicio. Nunca sabes quién te hará ese click especial y tan necesario en la vida. Todo dependerá del momento en que te encuentres, la gente que te rodee y la personalidad de ese alguien.
La cosa es que tener una relación con alguien menor es bastante divertido. Paseos de la mano, risas que terminan en carcajadas y retomar el gusto por la bohemia - propip de años anteriores - es recurrente en estos casos. Generalmente un hombre menor vive una etapa completamente distinta a la tuya, lo que se agradece en tiempos en que la rutina parece serlo todo.
Un nuevo amor siempre es estimulante, pero me parece que lo es mucho más con alguien algunos años menos. La novedad está a la orden del día y sobre todo en las noches. Dicho sea de paso - sexualmente hablando - la experiencia es algo importante, pero los encuentros más apasionados vienen de la mano de chicos con más entusiasmo que otra cosa.
No obstante, aunque todo parece apuntar a una experiencia increíble y que se debe vivir al menos un par de veces en la vida, es esencial tener en cuenta que existen algunos contras que no dejan de ser importantes.
Uno de ellos, probablemente el más bullado es el tema de la madurez. Es sabido que el género masculino suele madurar de manera bastante más lenta que el femenino, por lo que es importante prepararse para ciertas actitudes algo infantiles. No digo que sea una constante, pero es una regla bastante popular. En este sentido es importante que, si has decidido estar con él y mantener una relación que perdure en el tiempo, vayan creciendo juntos, conversando e intentando superar las distintas barreras generacionales que puedan aparecer. Por ejemplo; salir un viernes en la noche a bailar por petición de él, pero la cita siguiente que sea a tu antojo.
Por otra parte, es fundamental estar preparada para una ruptura diferente. Es bien sabido que la experiencia nos hace aprender a plantear lo que queremos y lo que no, sobre todo en el caso de querer concluir una relación. Probablemente su experticia sea menor que la tuya, por lo que si quiere terminar contigo buscará una excusa tan barata como “es que me aburrí, no sirvo para esto” o algo similar. Insisto, posible no una ley.
Y tú, ¿tienes alguna experiencia que compartirnos?
Imagen:TechCrunch50-2008