Estás tranquila en tu departamento, respirando y descansando luego de un largo día cuando te llama el conserje: ¡reunión de condominio urgente!
¡No! Trágame tierra. Es lo último que querías que te pasara y más encima tus vecinos no están, o sea estás jodida, ya que nadie puede ir más que tú.
Ahí te haces algo de ánimo y pospones los brazos de Morfeo para más tarde. Bajas con tu mejor sonrisa y te sientas al final para escaparte por la ventana a la primera, jaja (típico en estas reuniones)
Te dicen a las 8 y comienza a las 8:30 pm, conversas con los vecinos, piensas en la inmortalidad del cangrejo o lo que puedas para hacer hora.
Ahí están parados todos los miembros de la asamblea delante, y parecen disco rayado repitiendo las cosas una y mil veces. Ni que fuera una clase de primero básico, digo yo ¡Como tanto si uno no es tonto!
Miras a tu alrededor y tus vecinos están jugando a Candy Crush, otros hablando por Whatsapp, y algunos están casi durmiendo. No faltan los papás que llevan a los niños para tener una excusa y salir pronto.
Y de repente te das cuenta de que se ponen a gritar. Claro, como estás en otra y en el fondo no cachai una, no te percataste del show que se está armando.
¡Una verdadera locura!, la típica señora que se pone a alegar en todas las reuniones y todos se le van en contra, que el problema con los estacionamientos de visitas, que los robos, que la pelota que le tiraron al vecino, que el perro que ladra toda la noche etc...
Hasta que llega un caballero a explicar un tema de los ascensores. Claro, eso compete a todos y ahí vale la pena para colocar atención.
La verdad es que me ha tocado estar varias veces en estas juntas y ¿saben? ¡Termino estresándome!, ya que se arma un ambiente muy denso y nada de grato, en especial si vienes llegando y lo único que quieres es descansar.
Creo que a muchas de ustedes les debe pasar: nunca he entendido por qué cuesta tanto colocarse de acuerdo. Tantas peleas y show gratis en estas ocasiones, es tener poca empatía con los vecinos. ¡Si es tan simple cómo exponer de una vez los problemas, dar soluciones y listo!, pero les gusta discutir y darse mil vueltas e irse por las ramas.
En fin, ¡nada que hacer! si al final todos terminan con cara de aburridos o poco menos agarrándose a combos como los cabros chicos.Lo mejor es hacerse el loco y salir por la ventana, ya que siempre la dejan abierta para irse luego. O simplemente, decirle a un vecino que vaya por ti. Total, ¡para qué hacerse caldo de cabeza por cosas tontas, digo yo! ¿No?.
Imagen CC lugar a dudas