La mayoría de historias de pareja nos llevan a imaginar una suegra malvada y cuñadas tipo hermanastras de Cenicienta. Pero hay veces en la que la suerte puede estar a tu favor y al estar en pareja no sólo consigues a un novio sino también a una nueva familia, donde las hermanas de tu amado pueden transformarse en tus grandes aliadas y amigas, incluso después de que la relación termina.
Empezar un pololeo siempre es complicado. Y ya pasado el idilio y todo el romanticismo de los primeros días, llega el momento de conocer a la familia. Esto siempre es aterrador, ya que no sabes con qué te encontrarás al cruzar la puerta del hogar de tu amor.
En este instante, pasan absolutamente todas las películas de terror frente a tus ojos - como la película “Mother in law” -, ¡incluso piensas en hermanas crueles como la pequeña Sussy Johnson de Phineas y Ferb!, además de varios otros monstruos televisivos que la industria se ha encargado de crear para nosotras.
Pero ya pasado el momento “drama queen” y la histeria colectiva, puedes ver las cosas de forma más objetiva, encontrándote - en algunos casos - con una familia absolutamente adorable, que hace que te sientas como en casa.
En mi caso particular, tras conocer a mi cuñada, encontré en ella a mi absoluta cómplice en todo lo imaginable. No sólo nos gustan las mismas cosas y tenemos casi idéntica edad, sino que también podemos conversar y pelar a quien queramos.
Una cuñada puede ser una hermana perdida en alguna dimensión desconocida o una amiga incondicional con la que no sólo puedes saber detalles más específicos de tu amado, sino también compartir cócteles en la noche y algún baile loco cuando él ya no quiera seguir en la pista. Es una persona con quien puedes planear grandes cosas y sorpresas para tu pareja, ver televisión mientras comes helado a cucharadas y le gritas a la pantalla por lo que no te parece.
Además de todo esto, ya planeamos un viaje juntas a fin de año para celebrar que terminamos nuestras respectivas carreras universitarias y pensamos en todo lo que podemos hacer para juntar la plata que necesitamos.
Para mí, mi cuñada es una aliada infalible y una consejera que vive en la pieza de al lado cuando voy a la casa de mi novio. Es una amiga confiable cuando estoy lejos de mi círculo de confianza, además de una increíble compinche y compañera de aventuras con la que sé que cuento siempre.
Y ustedes, ¿tienen a una cómplice eterna dentro de las familias de sus parejas?
Imagen CC: Pocketwiley