No critico a quienes suelen vivir la vida embriagados de amores flash, encuentros casuales y sexo de una noche: cada quien se hace responsable de dónde deposita sus besos. Cada salida nocturna observo -de casualidad, no soy una psicópata tampoco- como las parejas esporádicas emanan una pasión increíble, casi comparada con el amor, en donde deciden deshacerse de sus inhibiciones y se empeñan en pasarla bien. Pero yo no.
Me encanta bailar, beber también; ahora que no estamos en la misma ciudad con mi pololo -mi viudo de otoño- salgo con amigas y aprovecho de visitar las grandes discotecas de la capital. Si quisiera engañarlo, sería demasiado fácil, y no lo digo jactándome por ser algún tipo de mujer que llame la atención sobre las otras -tengo cualidades y defectos muy comunes- si no que todo el mundo anda en busca de su "touch and go".
Pero yo no soy así; ni siquiera lo fui antes de él. Y no es que sea alguna especie de "cartucha" o "chapada a la antigua", no. Es sólo que tengo otro tipo de intereses a la hora de carretear, en lugar de andar besuqueando bocas sudorosas en medio de un ajetreado bailoteo o una histérica barra.
Lo que es peor, si alguna vez lo hice, confieso que no sentí nada. Quizás fue lo anterior lo que gatilló en mi desinterés por los "amores express", entre el asco, la pena y la falta de conexión, se peleaban en mi cabeza las malas sensaciones hasta arruinar cualquier encuentro casual. Para qué hablar del sexo esporádico: horrible.
Para mí, nada se compara con un pololo "eterno", los enlaces emocionales, conocer (y que conozcan) tu cuerpo, los sentimientos, que sé yo; todas esas aristas que no existen en un encuentro casual, en donde te ves frente a un cuerpo irreconocible, muerto y hambriento: aterrador como una violación.
Es por ello que confieso: yo no sirvo para los "touch and go". Ya me esforcé lo suficiente y definitivamente no es lo mío. Prefiero una pareja de calidad - para siempre - que varias a medias por cada noche. ¿Y tú? ¿qué opinas?, ¿has tenido una experiencia express de calidad?.
Imagen CC Kosarock