Más de una vez me ha pasado que, tras saber que algo está prohibido, más ganas me dan de hacerlo. Tal vez la naturaleza del ser humano es desafiar las reglas; no lo sé. Pero de lo que sí estoy segura es que la adrenalina actuar "a escondidas" es única. Decir esto no es invitarlas a vivir en la anarquía, sino a reflexionar cuántas veces nos negamos la posibilidad de estar con alguien bajo el pretexto de que "está prohibido".
Para tener una idea más clara, debemos llegar a un consenso sobre la definición de "amor prohibido". Para algunas puede ser el papá de la mejor amiga, su jefe o un compañero de trabajo, mientras que para otras puede ser alguien que conocieron por medio de un chat.
Un amor prohibido es aquel que se encuentra vedado o impedido de algo. Esa prohibición puede ser legal - como el caso de los romances con menores de edad - o social. (Por ejemplo, el amor que puede surgir entre hermanastros). Esto puede sonar un poco sórdido, pero - si lo analizas bien - no existe lazo sanguíneo alguno. Sin embargo, la sanción social que esto implica puede influir drásticamente en tus decisiones, como le pasó a una amiga.
Sus padres se separaron cuando ella era pequeña. Nunca fue tema. Ambos se preocuparon de estar siempre muy presentes, para que la situación no resultara tan traumática. No obstante, el problema surgió cuando la mamá conoció a su actual pareja, quien tenía un hijo 5 años mayor que mi amiga. Al irse a vivir juntos, ella nunca se llevó bien con este hermanastro; es más, no comprendía por qué él se empeñaba en hacerle la vida imposible.
Un día él la estaba molestando - como siempre -, pero con la diferencia de que esta vez ella lo encaró, exigiéndole que no la molestara nunca más. Lo que jamás imaginó es la reacción que su hermanastro tendría ante esa afrenta. Simplemente la tomó y le dio un beso, situación que a ella no desagradó.
Cuando me enteré, sinceramente no tenía palabras. Fue inevitable sentir que era algo incestuoso, por decir lo menor. Su madre los trataba como hermanos, pero ella intentaba convencerse de que no lo eran. Mantuvieron una relación secreta durante un par de meses, nada demasiado comprometedor. No sé si fue para mejor o peor, pero su hermanastro pronto entraría a la universidad y entonces, sus prioridades cambiarían.
Cuando mi amiga se enteró de que él llevaba a la polola oficial a su casa, se le derrumbó el mundo. Aún recuerdo esas eternas conversaciones al respecto, donde el llanto se prolongaba hasta las 03:00 de la madrugada.
No se si estoy en condiciones de juzgar lo que mi amiga hizo, ya que jamás he experimentado una situación similar. Pero de lo que sí estoy segura es que un amor prohibido no es fácil, ya que las sanciones pueden venir desde diferentes flancos. También debemos asegurarnos de que para la otra parte el riesgo es tan importante como lo es para ti, porque de lo contrario tu historia puede acabar tal como la que te he contado.
¿Y tú? ¿Has tenido un amor prohibido? ¡Comparte tu experiencia!
Imagen CC Michelle B.