¿Ustedes piensan que la infidelidad es cosa de hombres? Bueno, dejémoslo así. Pero en algunas ocasiones, se da el caso inverso.
La verdad es que es un tema que va en 50% para cada lado, ya que a algunas también nos gusta jugar con fuego. Es sólo que somos mucho más precavidas en estos asuntos.Y ¡sí!, nos encanta quemarnos.
Nos llama la atención el peligro: el chico malo, las cosas prohibidas y adrenalínicas. De niñas siempre nos decían: “no hagas estas cosas es malo, si lo haces te vas a arrepentir”. Después en el colegio nos lavaban el cerebro con que teníamos que llegar vírgenes al matrimonio, y ¡qué horror!: tener sexo era pecado. ¡Ni hablar de ver una película porno!.
¡Siempre nos llaman la atención las cosas que no se deben hacer! Y es típico que luego de las travesuras, éstas nos dan risa - como me decía mi abuelita, "el que solo se ríe, de sus maldades se acuerda", jeje- y lo único que hacemos es soñar con el momento en que veamos a ese bombonazo de nuevo.
Nos gusta jugar, contar a nuestras amigas que saldremos con un mino especial, pero nunca revelamos quién es. Siempre dejamos todo en el misterio, ¡qué cosa más tentadora es jugar con fuego, no!
Más de alguna se ha emborrachado en un carrete, por el simple hecho de que "esto no se hace". Tampoco es inusual el conocer a un chico e irse pasada una hora a un lugar "más oscurito", ¡sólo por la maldad!. No siempre se pueden controlar los deseos - menos aún si son de tipo pasional - y nuestra mente vuela, la imaginación es bastante fértil.
Estando ya en el siglo XXI, a muchas nos gusta portarnos mal si se da la oportunidad. No somos como las féminas de antaño, que se quedaban en la casa para tejer y cuidar de los niños. Los tiempos han cambiado, hoy nos gusta salir, ir a la aventura, tener más de un galán. Amamos el peligro, y más aún, nos excita el hecho de que nos pillen. No faltará quien sea más conservadora, pero muchas ¡adoramos divertirnos sí o sí! Y en eso, ¿qué de malo hay?
Y ustedes, ¿también buscan jugar con fuego?
Imagen CC Scarlet Lark