Al momento de emprender nuevas travesías, tratamos de analizar, tanto los pros como los contras que puedan generar en nuestra vida. Para una persona, que siempre ha vivido en la “jungla de cemento” que es Santiago, debe ser difícil pensar en irse a vivir a una región. Como se dice de mala manera “Santiago es Chile”. Sin embargo, aquí va una guía práctica de lo que debes considerar antes de armar tu maleta:
1- Conseguir trabajo antes de la mudanza: Quizás es cierto que en Santiago son mucho mejores los sueldos, pero también la vida es más cara. Si vas a vivir en regiones, quizás ganes algo menos, pero también tendrás menos gastos. Te recomiendo ir con un trabajo seguro, no llegar a buscarlo. Debes recordar que en regiones no encontrarás las mismas oportunidades. Las actividades económicas son más rígidas según la región, por lo que te aconsejo revisar ese punto antes de emprender la aventura.
2- La vida en región es más tranquila: no hay congestiones vehiculares, todo está mucho más cerca, lo que constituirá un cambio brusco que debes tener presente. Habrá menos panoramas; la vida no suele ser tan bohemia, sobre todo si no es una gran ciudad.
3- Mucha lluvia: Si vas al sur de Chile, llueve mucho en invierno, y en cualquier época del año. Debes aprovisionarte de una buena parka y zapatos de caña alta, porque si sales con un simple paraguas, se volará y te mojarás. En el extremo sur los vientos son muy fuertes, así es que asegúrate de disponer de los accesorios necesarios para tu nueva vida.
4- Menos ganancias, menos gastos: la vida en regiones es más barata, pero a su vez, es menor el pago. Debes hacerte la idea que reducirás tus ingresos, pero también tus gastos en varias cosas (la principal es el alojamiento). Gastos y ganancias serán proporcionales.
5- Mejor calidad de vida: Sin duda, en cualquier ciudad de Chile (a excepción de Los Ángeles y Temuco) tienen mucho mejor índice de aire que Santiago. Esto se traduce en menos enfermedades y un aire mucho más respirable.
Si te mudas, no olvides ver formas para redecorar tu hogar. Y, si vas acompañada, revisa lo que nadie te contó sobre la vida en pareja. ¡Suerte!