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Artículos etiquetados con: pequeñas cosas terribles, página 4.

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  • Pequeñas cosas terribles: la práctica profesional

    Toda mi vida universitaria preparándome para este momento. Aquel en que aplicaría todo lo aprendido, para destacar y ser la mejor en la carrera que escogí: mi práctica profesional en un medio de comunicación. Nuestros profesores nos dijeron que las cosas serían algo lentas en un comienzo. Solo debíamos intentar ...

  • Pequeñas cosas terribles: las fiestas de disfraces

    Para muchos, el concepto de disfrazarse es muy entretenido, porque da la oportunidad de ser alguien más aunque sea por una noche. Pero cuando lo llevamos a la práctica, las fiestas de disfraces pueden ser un dolor de cabeza horrible. No creo ser sólo yo la que siente que en ...

  • Pequeñas cosas terribles: los hombres 'sabelotodo'

    "¡Es que las cosas son como yo las digo! ¡Tal cual las pienso! ¡Tus palabras no valen!". Sí, claro y uno nació ayer para creerles a estos especímenes que se las dan de dioses poco menos. Y por si fuera poco, también de jueces, ya que no encuentran nada mejor ...

  • Pequeñas cosas terribles: las pololas celosas

    "Demonio de Tasmania llamando por teléfono" ¡Hasta le tienes ese nombre en tu celular! Sí, es la polola de uno de tus amigos, a quién a cada cierto tiempo le viene la locura y piensa que quieres quitarle a su bombón. Y ahí está llamando nuevamente "¡Ni se te oc ...

  • Pequeñas cosas terribles: hombres apretados

    ¡Noo, cómo nos vamos a salir del presupuesto! ¡Pero es que vale 500 pesos más! ¡No puedo, tengo que dejar para los ahorros! Pffffff, tengan por seguro amigas que esto es matapasiones-matapasiones para cualquiera: Los hombres apretados. ¡Noooo, por favor, me cargan, lo digo sin tapujos! Increíblemente existen muchos ...

  • Pequeñas cosas terribles: dejar en casa el celular

    La Ley de Murphy nunca falla: hoy, justo hoy, cuando más necesitaba estar comunicada, mi hijo tomó mi celular y jamás supe dónde lo dejó. Tuve que salir de casa sin tenerlo, ni el artefacto, ni mucho menos mi chip o a mis contactos. Y créeme que nunca necesitarás más ...

  • Pequeñas cosas terribles: ¡ponerse frenillos!

    Queridas lectoras: hoy les contaré qué ha significado para mí tener frenillos. Porque sí, la semana pasada, me armé de valor y decidí ponerme frenillos. Claro que escogí ponerme unos estéticos (de cerámica), porque se notan muy poco y es más cómodo así. Sin embargo, ha sido más terrible de ...

  • Pequeñas cosas terribles: que tus orejas se infecten

    Amo usar aros. Si existe un accesorio que no puede faltar en mis orejas, éste es. Siento que al igual que el maquillaje - o en mi caso, mejor incluso - dan colorido al rostro, femineidad; nos iluminan y embellecen. Por lo mismo, cuál no sería mi espanto cuando mis orejas ¡se ...

  • Pequeñas cosas terribles: las turbulencias

    He viajado en avión toda la vida, pero a medida que pasan los años, más me dan terror los viajes y sobre todo las turbulencias. Puede que el movimiento dure 10 segundos; sin embargo, la sensación de que “el avión se va a caer” y tener que calmarse, apretar bien ...

  • Pequeñas cosas terribles: los ataques de sueño en la pega

    Creo que uno del los peores inventos en la historia del hombre fueron las levantadas temprano y peor aún, las jornadas laborales que parten a las 8 y media de la mañana. Sí, porque debes levantarte como 10 mil horas antes para llegar al otro extremo del mundo a tiempo ...

  • Pequeñas cosas terribles: ¿dónde carretear a los 20?

    Con mi fiel grupo de amigas –que va desde los 22 a los 25 años– estamos experimentando ciertos problemas a la hora de salir a divertirnos. Esto, porque ya ¡no sabemos dónde ir! Si vamos a la disco a bailar, parecemos "las tías" del resto de los asistentes. Pero si ...

  • Pequeñas cosas terribles: el horario punta

    ¿Te ha pasado que después de salir del trabajo tienes que esperar algo así como media hora para poder tomar un transporte hacia tu casa? ¿Y te ha pasado que, cuando lo logras, pareciera que viajas en una lata de sardinas que alguien está calentando en el microondas? Si tu ...

  • Pequeñas cosas terribles: cuando se rompe una uña

    Hay algo que ha sido mi karma toda la vida: las uñas. Cuando era más chica y tenía todo el tiempo del mundo, dedicaba horas a limarlas, pintarlas, hacerles diseños y dejarlas como obras dignas de Picasso. Otras veces me hacía la clásica manicure francesa, que se veía perfecta hasta ...

  • Pequeñas cosas terribles: la gente que hace sonidos

    Me caracterizo por tener mucha paciencia. No tengo problemas en pasar tardes enteras escuchando a viejitos, puedo ir a los cumpleaños infantiles más insoportables del mundo y seguir sonriendo o pasar tres horas en un taco sin sentir angustia, pero hay una cosa que me puede echar a perder el ...

  • Pequeñas cosas terribles: la caña moral

    Con las Fiestas Patrias, recordé algo que es muy típico en época de celebraciones: tener caña moral. Sí, ese estado de amnesia post carrete, causado por la ingesta de unas cuántas copas de más. “¿Qué pasó anoche?, no me acuerdo de nada”; es lo que uno suele decir cuando recién ...

  • Pequeñas cosas terribles: las orugas

    Definitivamente, mi relación con los insectos no avanza y a medida que pasan los años ¡sólo empeora!. A mi trauma con las baratas, se suman estos gusanitos peludos que se mueven lento: las orugas. Sé que soy miles de veces más grande que ellas y puedo escapar en un ...