No son minos, al contrario, cumplen con todos los requisitos para estar del lado contrario de la belleza. Pero no importa, porque detrás de esa pelada, de esa panza o de esos anteojos poco onderos, hay músicos increíbles, películas con muchos premios Oscar y libros que me han transportado a mundos desconocidos. Acá, un breve reconocimiento a mi top five de feos favoritos.
Woody Allen: es simplemente un grande. Una vez intenté ver todas sus películas, pero desistí. Son demasiadas. En todo caso, no pierdo la esperanza de verlas algún día y de paso leerme sus libros. La mente de Allen esconde un gigante submundo de humor por descubrir.
Quino: gran ilustrador argentino, quizá no les dice nada el nombre de Joaquín Salvador Lavado, pero sí deben conocer a Mafalda, una pequeña muy perspicaz y crítica de la situación del mundo.
Roberto Bolaño: éste es mi favorito más ñoño. Escritor chileno, pasó gran parte de su vida en México. Grandes libros: Los Detectives Salvajes o Putas Asesinas. Demás que lo recuerdan por el chascarro de Carolina Zúñiga, cuando lo confundió con Chespirito.
Kevin Johansen: OK, no es horrendo, pero ya tiene su pancita y su pelada. Más allá de cómo se vea, siempre, siempre su voz me hará temblar. Sobre todo cuando canta With My Baby. Demasiado sexy. Aparte de eso, amo sus canciones.
Andy Warhol: el padre del pop art, famoso por sus pelucas, sus latas de sopa y el Portafolio de Marilyn. Suya es la idea de que cualquiera puede conseguir “15 minutos de fama”, frase que vaticinó la vorágine televisiva de los reality shows y la farándula. Un feo brillante.
Y ustedes, ¿tienen un feo favorito?