Hace un tiempo me recomendaron calurosamente el "Manual de la Cabrona" (de Sherry Argov), “vendiéndome” su contenido como “una Biblia femenina”. Wow, pensé. Habrá que echarle un vistazo, entonces.
Fue así como en pocos días tuve el texto en mi poder, iniciando su lectura con avidez (como buena amante de las letras). Al transcurso de unas cuantas páginas, este “tesoro literario” (pese a la pluma fresca y ágil de la autora) se convirtió en un ladrillo para mí. Cada vez que deslizaba las páginas entre mis dedos, me invadía una pesada sensación de desagrado: no podía estar en mayor desacuerdo con lo planteado en esas líneas.
Ok, el fondo (quererse una misma y respetarse por sobre todo) es totalmente válido. Pero la "fórmula” para lograrlo me pareció francamente un asco. En buenas cuentas: reprime tus sentimientos, ahoga tus emociones, no seas tú misma y actúa siempre como un premio, alguien que jamás terminarán de conquistar. ¡Qué lata! Mi idea de estar en una relación es ser como soy: tal cual. Si me nace hacer algo bello por mi pareja, hacerlo y punto. No vivir jugando a representar el rol de Cleopatra. A la larga resulta agotador vivir comprimida, acallando la voz interior que te impulsa a demostrar lo que sientes.
Al menos yo conocí a una persona increíble, casi sin buscarla ¡Y sin hacerme jamás la indiferente/mujer de ensueño que plantea el libro! No andaba "posando" por la vida; simplemente fui yo. Si quería mostrar mi afecto con un detalle, lo hacía y ya, sin idioteces. Porque ¡qué estupidez me pareció eso de las “delicias salseadas gourmet” para servir en los primeros encuentros, con actitud “encantadoramente” displicente! Para empezar, si para mí es una ocasión especial, preparo algo rico que ambos podamos disfrutar. ¿Qué hay de malo en eso? ¡Miren que voy a andar comiendo porquerías (salchichas con ketchup) y más encima presentándolas con un nombre mega - siútico! Patetismo mode: on (y que me perdonen las fanáticas del libro.)
Puede que dé resultados: si lo que quieres es ser una chica de ensueño y tener un hombre a toda costa, pues adelante. Pero ¿cuál es el mérito? Si él se enamoraría de esa “construcción” de súper woman "fría como el viento/peligrosa como el mar/potro sin domar" y no de una. Sí, de una, así tal cual. Sin aditivos: la mamona, “la mujer tapete” (qué despectivo…¡Feo!) pero que es auténtica y tiene mucho que entregar. Y quien la merezca, sabrá apreciarla como es.
Personalmente, creo que hay “alguien” para cada forma de ser. Siempre encontrarás a quien te comprenda y te ame como tú eres, sin "modificaciones". Aquel al cual le parezcan tiernas tus declaraciones de amor o que ría contigo de los “momentos cursis”, pero los valore y guarde en el corazón. Si eres distante, te querrán así y si eres más intensa, ¡también! Es cosa de esperar. Y quererse (es lo único que rescato del libro: ¡siempre amor propio y dignidad!) ¡Pero no vivir posando, pues chicas! Es injusto, ¿no creen? ¿O ustedes piensan que ellos lo hacen? Por último, mejor solas que midiendo nuestros actos todo el tiempo. Porque sí, ¡podemos ser una excelente compañía para nosotras mismas! El hombre es un complemento y no un indicador de nuestra valía. Está bien considerar algunos tips - como los que aquí les hemos dado - siempre que se ajusten a tus características, ¡pero no cambiar completamente nuestra esencia en pos de conquistar a algún prospecto!.
Y ustedes, ¿qué opinión tienen del libro de la cabrona?