¿Cuán a menudo están solas y se sienten cómodas en su soledad? No es una pregunta capciosa, pero quizá es difícil de responder, porque generalmente, no dedicamos tiempo sólo para estar con una misma. Pensamos que son importantes las horas invertidas en arreglar nuestras uñas, pelo y cultivar la figura, pero ¿qué pasa con nuestra mente?
Desde pequeñas, nos acostumbramos a estar con nuestra mejor amiga, la compinche, esa que aparece en tus recuerdos más tristes y felices. Lo mismo pasa cuando crecemos ¡si hasta al baño vamos de a dos! Entonces yo me pregunto: ¿Cómo espero que otros disfruten de mi compañía, si yo misma no lo hago?
Al parecer, esa misma pregunta fue la que inspiró el poema de Tanya Davis, una artista canadiense que nos regala unas cuántas frases -muy ciertas por lo demás- que nos invitan a filosofar sobre nosotras mismas y sobre todo, a decir ¿por qué no? Exigimos ser independientes y autónomas, pero a veces, nosotras mismas nos negamos ese derecho, al no ser capaces de hacer algo sin necesitar la compañía de alguien más.
Pero como yo no soy Tanya Davis y quizá estoy diciendo demasiado, las invito a ver este excelente video ¡Disfrútenlo!
Foto: Archivo de la autora